El día del crimen al joven le habían quitado la señal de WiFi, por lo que el chico de 15 años, molesto fue por la escopeta de su padre y con ella asesinó a sus progenitores, pero también a su hermano de 10 años. Lo terrorífico del caso es que el joven estuvo tres días con los cadáveres de sus familiares en casa, hasta el día en que se encontró en la calle a la vecina y le dijo, así como si la saludara, que había matado a sus padres.
Esto ocurrió en la ciudad de Elche, en la provincia de Alicante en España. El joven ha sido detenido, y sin ningún reparo ha confesado lo ocurrido. Dicen los investigadores del caso que el adolescente ha mostrado «una frialdad fuera de la normal, sin expresar remordimientos».