A la clase inteligente de este país le queda claro que la embestida del presidente López Obrador contra España y sus empresas es un intento por desviar la atención del bochornoso momento que se vive en la presidencia: Las casas en Houston del hijo del presidente. Las bravatas de López Obrador son tomadas por la clase inteligente de España con indiferencia y en otros casos con divertimento.
Dice Carlos Herrera en su columna “El Burladero” del periódico ABC de España: «Si las mismas palabras que ha pronunciado este botarate las hubiese pronunciado Zedillo, Calderón o Peña Nieto, hoy estaríamos ante una alarma diplomática de primer nivel y un conflicto histórico de envergadura. Pero las ha escupido un inútil sin crédito, razón del bochorno que sufre cualquier mexicano ilustrado con el que intercambies opiniones, y que busca en la noche de los tiempos una excusa con la que justificar su incapacidad manifiesta».
Ya nos pasaron a traer a los mexicanos por haber elegido a un presidente que se la pasa peleando con todo mundo y que busca por todos los medios pregonar su honestidad, hace rato derrumbada. ¿Lo merecemos los mexicanos? Dice el columnista de ABC: «México merece, por la calidad humana de su población, más altura y eficacia en la gestión de su endiablada realidad, y no a un pobre pendejo desnortado incapaz de arreglar las desigualdades de su país». No, no lo merecemos.
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