¿Cuándo la prensa nacional hablará bien del gobernador de Veracruz? Cuitláhuac García ha pasado de ser el estulto e ignorante para muchos, para convertirse en el represor que promueve una ley anticonstitucional como ultrajes a la autoridad; delito que ha utilizado pata meter a la cárcel a sus adversarios políticos. Ahora muta de nuevo Cuitláhuac García, quien ha sido conminado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) a que derogue el delito de ultrajes a la autoridad. Ahora el gobernador, a decir de Carlos Marín, es un «intolerante, bravucón, igualado, retador y majadero».
El periodista de Milenio se refiere en su columna de este viernes al episodio en el que el gobernador, prepotente y grosero, ejerció violencia de género en contra de Sarah Landa, periodista que le preguntó su opinión sobre la ilegalidad del delito ultrajes a la autoridad, según opinan varias barras de abogados. Dice Carlos Marín: «Inspirado en las frecuentes descalificaciones presidenciales al periodismo y sus oficiantes, Cuitláhuac García se muestra como es: un barbaján que abusa del poder, que ejerce violencia de género y que es un cacique vil».
Cuitláhuac García quiso con esa embestida a la periodista eludir la pregunta incómoda, pregunta para la que no tiene respuesta: «Y por ahí siguió el cobarde, eludiendo responder una inquietud periodística y desnudando tanto su miserable condición humana como su táctica para denigrar a la reportera, al periodismo y a la libertad…»
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