Sergio Carmona fue asesinado a tiros en una barbería de San Pedro Garza, Nuevo León. Este empresario estaba siendo investigado por la DEA y el FBI, quienes seguían una línea que lo llevaba a financiamiento de campañas de Morena con dinero de grupos criminales. Señala el periodista Salvador García Soto: «La agencia antidrogas estadunidense estaba tras la pista del empresario de Tamaulipas, luego de que recibió del FBI una investigación que documenta las actividades ilícitas de Carmona en el tráfico y contrabando de gasolinas y diésel robados que le generaban ganancias millonarias y el posible financiamiento, con esos recursos ilícitos, a campañas del partido Morena en los recientes comicios mexicanos».
Pero al empresario tamaulipeco Sergio Carmona lo asesinaron justo dos semanas después de que «el gobierno mexicano supo, por una petición oficial de la DEA a través de la embajada de Paseo de la Reforma, que el gobierno de Estados Unidos investigaba las actividades ilícitas y criminales del empresario».
Sin embargo, el caso para la DEA sigue abierto, por lo que, si López Obrador ya siente tirria por todo lo que venga de Washington, ahora con más razón empezará a lanzar sus dardos en contra del gobierno americano.
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