Hay un vacío de liderazgo en el magisterio, en todo el país han surgido grupos de maestros que buscan la democratización sindical, desde luego que eso es loable, se les reconoce su valentía. No obstante, su talón de Aquiles es que, están compitiendo como tribus ante una maquinaria anquilosada pero perfectamente aceitada. Si las diferentes tribus, hicieran un solo bloque, tendrían más posibilidades de alzarse con el triunfo. Sin embargo, si ganan los egos y la terquedad, en lugar de sumar voluntades, estas diferentes corrientes democratizadoras, se dividirán aún más.
Desde luego que eso es lo que buscan los actuales dirigentes del SNTE, ese es el escenario que les ha permitido ganar y conservar las secciones donde se han realizado las renovaciones de directivas seccionales. De modo que si alguien tiene el arraigo y el arrastre, debe de apostarle a las alianzas estratégicas con otras corrientes. El pastel se tendrá que dividir, no hay de otra, nadie en estos momentos, tiene el arraigo al cien por ciento para poder competir con un poder omnímodo e ilegal como lo tienen las huestes de Cepeda Salas.
Solo de esa manera se podrá dar batalla, ahí tenemos el ejemplo de los trabajadores de General Motors en Silao, los trabajadores dieron una lección de democracia sindical, mandando a los anquilosados líderes al bote de la basura, situación que no pasó en el sindicato de PEMEX, donde los viejos dinosaurios hicieron de las suyas. Ojala que los maestros aprendan esta valiosa lección.
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