Alfonso Cepeda Salas, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), cree que le puede dorar la píldora al magisterio afiliado este gigante magisterial. Nuevamente sale con su Pliego Nacional de Demandas, según para «ser congruentes con la democracia fomentando la libre participación de los trabajadores, para llevar su mandato a las autoridades y resolver sus necesidades». Desafortunadamente, muchos maestros no están bien informados y se tragan el anzuelo y en verdad creen que, al contestar dicho documento, tendrán un mejor incremento salarial.
Lo que desconocen es que el incremento salarial para los maestros no se negocia en el mes de mayo entre SEP y SNTE, sino que éste es evaluado de acuerdo al presupuesto aprobado por el Congreso Federal y las autoridades hacendarias. Después de ello el patrono (SEP) pone un tope donde el SNTE tiene que bailar al son que le toquen.
Sin embargo, en medio de un optimismo desbordado, Cepeda Salas recordó que, en cada una de las encuestas anteriores, más de un millón de trabajadores expusieron sus demandas, no sólo salariales, sino de certeza laboral y desarrollo profesional. Lo que este líder no señala es que el ejercicio es una catarsis para hacerle creer a los maestros que su sindicato sí le escucha. Sin embargo, temas como las UMAs y el mal funcionamiento del USICAMM brillan por su ausencia. Ni hablar, cada quien tiene el líder que se merece.
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