Hasta el momento se sabe que la sonda Chang’E-5 aterrizó en un océano seco en la Luna en el año 2020. Fue ahí donde se recogió aproximadamente un kilo 700 gramos de rocas y polvo para buscar ondas relacionadas con agua molecular. Tras la investigación se supo que, aunque la concentración de agua hallada en la superficie de la Luna no alcanzó las 120 partes por millón, se cree que se podrían descubrir más rocas con líquido.
Estos nuevos descubrimientos forman parte de un avance enorme sobre el conocimiento de la Luna. Desde el año 2018 se han llevado a cabo investigaciones con resultados aprobatorios sobre la existencia del agua, sin embargo, esta ocasión los resultados arrojados incluso podrían cambiar el rumbo establecido para el satélite y sus estudios.