Armando Ortiz / Cuitláhuac García y Cuauhtémoc Blanco tienen mucho en común. En primer lugar, los dos tienen nombres de personajes prehispánicos; en segundo lugar, su coeficiente intelectual. Por lo que sabemos de ellos su IQ podría estar entre 70 y 85; en tercer lugar, sus gobiernos son señalados de haber pactado con los grupos del narcotráfico; en cuarto lugar, a los dos el presidente López Obrador ya les dio línea de acusar a los exgobernadores y decir que fueron ellos los que dejaron entrar a sus estados a los cárteles de la droga. Y eso es precisamente lo que están haciendo los gobernadores de Morelos y Veracruz. Cuauhtémoc Blanco ya acudió a las oficinas de la SIEDO a denunciar al exgobernador Graco Ramírez, porque dice el gobernador de Morelos que Graco sí pactó con Los Rojos: “De ex gobernadores hay audios y hay grabaciones de que Graco y Capella pactaron, yo no me voy a quedar con los brazos cruzados, porque mi personalidad no me lo permite”. Lo mismo está haciendo Cuitláhuac García, acusando al exgobernador Yunes Linares de que él dejó entrar a los grupos del narco en Veracruz. Pero el caso es que Yunes Linares sólo gobernó dos años, y Cuitláhuac ya lleva tres; ¿cómo puede decir que los grupos que dejó entrar otro todavía operan, tres años después de estar él en el poder?
¡No entendemos! Cuauhtémoc Blanco se toma fotografías con narcotraficantes y va a la SIEDO a denunciar a quienes difundieron las fotos
El mundo de la Cuarta Transformación está al revés. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, sin conocimiento de causa, mete las manos por los peores gobernadores de México, Cuauhtémoc Blanco y Cuitláhuac García. El gobernador de Morelos, quien se tomara unas selfis con narcotraficantes, en lugar de explicar por qué se tomó esa fotos, mejor se fue a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada, SIEDO, para denunciar a quienes difundieron las fotos donde aparece con los narcos. Señala Cuauhtémoc Blanco, que son otros los que pactaron con los narcos. El exfutbolista habla de jueces, fiscales, policías estatales y otros funcionarios públicos, entre ellos el exgobernador Graco Ramírez, que pactaron con el crimen organizado, pero él a pesar de aparecer en las fotos con ellos, él no pactó. Señala el gobernador de Morelos: “No voy a permitir que estos personajes destruyan mi imagen. No les tengo miedo aquí estoy firme dando la cara”. Lo verdaderamente lamentable es que la SIEDO, en lugar de investigar al gobernador, pierda el tiempo en tratar de dar con quienes difundieron esas fotos que son evidencia de que el gobernador de Morelos sí tuvo trato con los cárteles de la droga. ¿Qué tipo de trato? Bueno eso es lo que debe de investigar la FGR.
Muñoz Ledo, una figura crítica de la izquierda actual, le dan una embajada y se convierte en uno más de los aplaudidores del presidente
A mediados de 2021, el todavía diputado Porfirio Muñoz Ledo decía sobre el presidente López Obrador: “El Ejecutivo, por desgracia, está mareado, mareado de poder, el poder marea y el poder absoluto marea absolutamente. Vamos a tener un trienio muy difícil, de un gobierno autoritario puede convertirse en gobierno despótico”. En diciembre, después de que no lo dejaron reelegirse como diputado declaró: “¿Por qué el ciudadano jefe del Estado nos receta un ‘zocalazo’?, que no es un prodigio de popularidad, sino un prodigio de organización. Algo teme y lo lamento, yo creo que está sintiendo el vacío del abandono del poder”. Este fin de semana, durante el homenaje a Carlos Pellicer y ante su inminente nombramiento como embajador de México en Cuba, Muñoz Ledo ha cambiado su discurso de manera por demás radical: “Soy un entusiasta de lo que está haciendo (el presidente López Obrador), abriendo un horizonte nuevo de representación política en América Latina (…) Muy importante la política que está haciendo el Presidente en América Latina. Estoy entusiasta de lo que está haciendo, está dando, está adelantando el tiempo, porque es obvio que toda América Latina va a la izquierda”. Finalmente, todos tienen su precio, todos tienen su coyunda, sólo hay que encontrarles la medida. Muñoz Ledo, quien se había convertido en una figura crítica de la izquierda actual, gracias a una embajada se ha convertido en uno más de los aplaudidores del presidente.
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