Lo que causa indignación es que el Gobierno estatal quiera etiquetar esta muerte sólo como un simple asalto más y no lo relacione con la profesión que realizaba José Luis Gamboa. Para variar, la Fiscalía General del Estado (FGE) anuncia que llevará a cabo las investigaciones de rigor y que llegará hasta las últimas consecuencias. Un discurso que ya está muy gastado y que los veracruzanos ya se saben de memoria.
Por lo pronto, queda constancia que de la Comisión Estatal para la Atención y Protección a los Periodistas (CEAPP), que dirige Israel Hernández Sosa, sólo sirve como agencia de colocaciones o para mandar esquelas a los deudos con el más sentido pésame.