Aurelio Contreras Moreno / Si bien por su perfil y plan de trabajo se podía prever que el rector de la Universidad Veracruzana, Martín Aguilar Sánchez, sería proclive a la “4t”, lo que nadie esperaba es que fuera a jugar el papel de una triste marioneta.
Su silencio timorato y falta de solidaridad para con las instituciones de educación superior que han sido atacadas desde el “púlpito” presidencial de las conferencias “mañaneras” desde el año pasado, evidenciaron el lado en el que Aguilar Sánchez decidió jugar, seguramente desde antes de ser designado rector por una Junta de Gobierno que fue sometida a todo tipo de presiones por un régimen obsesionado por controlarlo todo. Y especialmente, al ámbito de la educación superior.
Ni un gesto de acompañamiento ha salido de la UV hacia la UNAM, sobre la que el régimen de la mal llamada “cuarta transformación” claramente prepara una embestida luego de estigmatizarla con acusaciones y generalizaciones absurdas. Mucho menos para el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), cuya comunidad ha resistido estoicamente los embates de una directora del Conacyt autoritaria, fanatizada y prejuiciosa como Elena Álvarez Buylla, que busca desesperadamente convertirse en la peor funcionaria de la historia en el ramo de la ciencia en México.
Apocado y antisocial, Aguilar Sánchez se la pasa encerrado en la torre de Rectoría. Sale a lo muy estrictamente necesario públicamente y no tiene contacto alguno con la comunidad universitaria. Ni con nadie de los contribuyentes que pagamos su sueldo con nuestros impuestos, pues el “líder” de la universidad más grande de Veracruz se niega a manejar redes sociales. No lo vayan a “golpear”.
En el ámbito político –porque su cargo es de ese tipo también y no solo de administración escolar-, Aguilar Sánchez se ha revelado como el tipo de rector que le gusta a la “4t”: cualquier “instrucción” del presidente López Obrador en el rubro educativo, raudo y veloz ha salido a acatarla.
Como hace unos días, que el mandatario se quejó de que no han regresado a las clases presenciales totales las universidades. A las pocas horas, el rector de la UV anunciaba que a partir de febrero todos los estudiantes retornan a las aulas. A sabiendas del repunte de contagios por la variante Ómicron del SARS-Cov-2 que comienza a desbordar hospitales y centros de salud.
Baste ver las últimas cifras de la pandemia en Veracruz. En las últimas 24 horas se registraron 800 nuevos contagios en la entidad. Oficialmente, claro, porque con eso de que los gobiernos de la “cuarta” no quieren hacer pruebas (tienen cosas más “importantes” en qué gastarse el dinero público, como en consultas idiotas) no hay manera de saber la cifra real. Empero, los casos activos son otra cosa: el gobierno estatal reporta tres mil 297.
Pero para la UV en tiempos de la “4t” todo está bajo “control”. En un comunicado, soslayó el acelerado repunte en el número de contagios por covid-19 asociados a la variante Ómicron, con tal de seguir adelante con el retorno total a la presencialidad que pretende la Rectoría.
Con todo y el incremento de casos, según un “grupo de investigadores expertos de nuestra Universidad”, con mantener las “medidas y cuidado personal”, así como el “funcionamiento de los filtros sanitarios establecidos en los citados lineamientos, se disminuye de manera significativa el riesgo de contagio”.
Y agregaron que si bien la variante Ómicron requiere de atención médica, “no genera cuadros graves como se apreció con la variante que circuló durante el año 2021. Además, la vacunación ha demostrado ser clave para disminuir estos cuadros agravados, por lo que se recomienda acudir al próximo periodo de vacunación y aplicarse el refuerzo”, sostiene el boletín de marras.
O dicho de otra manera: la UV regresa a clases presenciales totales en febrero sí o sí, esté como esté la pandemia, así todo mundo se contagie. No vaya a salir regañado el sumiso rector.
Las chuletas del “Carón”
Duda legítima: ¿por qué, si son tan enemigos del “privilegio” y amorosos del “pueblo”, se atienden la covid en la Beneficencia Española y no en el Hospital Civil o en el ISSSTE? ¿Será que les dan “chuletas” por el tubo?
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