Lo que el presidente López Obrador ha generado con esa ley de hielo aplicada al poderoso coordinador de los senadores, es que su séquito de seguidores incondicionales busquen la manera de atacar al zacatecano para congraciarse con el Ejecutivo federal, es como el juego de péguenle al negro, el que le pegue primero, es el ganador de la venia del amo y señor de la 4T. Ahí está el ejemplo del diputado moreno, Sergio Gutiérrez Luna, mejor conocido como el Gutierritos de Mina, quien demandó a los consejeros del INE.
O como la senadora Antares Vázquez, quien dijo estar a favor de que se discuta la remoción de Ricardo Monreal como coordinador de Morena en el Senado de la República, tras declarar que los radicales del partido acabarán con el movimiento de la Cuarta Transformación. Lo cierto es que no hay que olvidar que cuando hay un choque de trenes entre los poderes públicos por motivos políticos, como los vividos actualmente en nuestro país, la democracia termina rota y los que pagan los platos rotos son los ciudadanos.