Dice el periodista Carlos Loret de Mola que el presidente López Obrador es un farsante. Sobre todo, cuando sigue hablando del Banco del Bienestar como si fuera una institución activa, sólida y eficiente, cuando en realidad no está funcionando porque resultó un fiasco. Primero dijo el presidente que para 2020 habría por lo menos dos mil 700 sucursales del Banco del Bienestar, sin embargo, en 2022 no hay ni siquiera mil de esas sucursales, y de esas mil, pocas, muy pocas operan porque no tienen personal capacitado, bueno, no tienen ni Internet.
El mismo presidente ha reconocido ese fiasco. En sus conferencias mañaneras ha dado por menores de ese fracaso: «Sólo han construido mil 100 sucursales que no son sucursales porque es el puro cascarón: no tienen cajeros automáticos, no hay sistema, no hay equipos, no hay personal. Muchas de ellas, en sitios remotos».
En otra ocasión dijo: «Ya estamos formando a los responsables de las sucursales, necesitamos la conexión, tiene que haber internet y lo que queremos es tener las sucursales en las zonas más apartadas donde no hay internet». Este martes nos enteramos de que Citigroup, el consorcio extranjero que maneja Banamex en México pondrá en venta este banco. Es decir, mientras los inversionistas extranjeros prefieren huir de nuestra decaída economía, López Obrador piensa inyectar más dinero a un proyecto de banco que nació para el fracaso.
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