Nadie olvida el trabajo tan mediocre de la legislatura que acaba de concluir, cuando el diputado Juan Javier Gómez Cazarín, como presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), fue el único responsable de las pifias que se cometieron. Las revocaciones y manotazos que le metió la Suprema Corte de Justicia de la Nación (CSJN) exhibieron a la LXV Legislatura como una verdadera recua de ignorantes, sobre todo los de tinte morenista, que se especializaron en levantar el dedo. Hoy, el inefable diputado plurinominal sale furtivamente a levantar la voz, secundando la detención del secretario del Senado.
«Quienes integramos la bancada Morenista, coincidimos en que el sistema de justicia aplica la ley de la única manera aceptable en una democracia: con rigor técnico, con uso de la ciencia jurídica, con profesionalismo imparcial, con respeto a los Derechos Humanos y al principio de presunción de inocencia», dice el documento insertado en sus redes sociales.
De verdad que uno se pregunta si en verdad el señor diputado de representación proporcional sabe de lo que habla. Acaso el señor sabe lo que es rigor técnico o acaso el señor legislador es especialista en ciencia jurídica, por favor, a otro perro con ese hueso. Acaso el presidente de la Jucopo olvida que los veracruzanos sabemos que su especialidad es la venta de autos. Mejor que se ponga a dar consejos automotrices y, ahí sí, no dudaríamos que es experto en la materia.
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