Pese a la tercera ola de la pandemia por Coronavirus y sus variantes, las escuelas de Veracruz abrieron sus puertas para recibir este lunes a los estudiantes de los niveles de educación básica y media superior; sin embargo, el ausentismo fue notorio debido al temor por un posible brote entre los alumnos y personal educativo. Esto debido a que los padres de familia consideran un riesgo enviar a sus hijos a clases, en tanto no estén vacunados contra el virus, pues la inmunización no ha llegado a los niños.
A pesar de que se anunció el reforzamiento de la vacunación para el personal docente y educativo en general, se habla de una inexistente operatividad por parte de la SEV, que omite toda garantía de seguridad para la comunidad estudiantil. Es claro que el regreso a clases en su totalidad sigue siendo un hecho lejano, que suma al rezago educativo en Veracruz, y resta compromiso y responsabilidad por parte de las autoridades.
A lo anterior, también se suma el reclamo de algunos maestros, ante la baja efectividad de la vacuna CanSino, misma con la que fueron inoculados el año pasado. Mientras no se afiance el bienestar de los estudiantes y los maestros, en tanto no obtengan su segunda dosis de vacunación, el temor es latente y evita la presencia del sector educativo en los centros escolares; una tarea nada sencilla para quien está al más preocupado en recolectar juguetes para los niños, que en brindar seguridad en las aulas.
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