Muy pocos pueden negar que la popularidad por encima del 63 por ciento, que tiene el presidente Andrés Manuel López Obrador, es debido al monumental dispendio de dinero para becas y apoyos sociales. Desde luego que miles de jóvenes que no trabajan ni estudian, al ser beneficiados económicamente, dirán a los cuatro vientos, que el tabasqueño es mejor presidente del mundo mundial. En ese tenor están millones de personas de la tercera edad que también son beneficiados con pensiones que impulsa el gobierno de la 4T.
En el contexto actual, el presidente de México, considera que con esta clientela electoral, es suficiente para sacar una consulta popular en puerta sobre la revocación de su mandato, misma que le daría un fuerte espaldarazo a sus pretensiones de seguir en la mente de los mexicanos, como el mejor presidente de la historia. Y es que, el ejecutivo federal sabe que lo difícil es alcanzar el poder, al menos a él, le costó 18 años alcanzar la silla presidencial.
Por eso, no quiere soltar el sartén por el mango, sabe que corre el riesgo de parar en la cárcel, si Ricardo Monreal llega a la presidencia, en el caso de Marcelo Ebrard, sabe que también existe ese riesgo. Al menos el traspié cometido por haber soltado a Ovidio, mejor conocido en el mundo del narcotráfico como el gato negro, podría ser el pretexto para fincarle responsabilidades legales. Por eso impulsa a Claudia Sheinbaum, sabe que con ella en el poder, tiene garantizada impunidad absoluta. Así es el poder en México, al menos en la 4T.
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