Es por ello que la Silvia Pinal, como diva que es, merece ser tratada como patrimonio nacional. Alegra mucho saber que la señora Pinal ya salió del hospital donde estaba ingresada por problemas con el covid. Los doctores tomaron la decisión de que Silvia Pinal estuviera en su casa con los cuidados adecuados, recuperándose de una infección en las vías urinarias y de las secuelas del coronavirus.
Por ahí no faltó alguna zopilota que ya la daba por fallecida, pero afortunadamente doña Silvia, quien está hecha de una madera fuerte, madera de esos árboles antiguos que resisten tormentas, sequías y maledicencias. ¡Larga vida a Silvia Pinal!