Edgar Hernández*
Tras una larga e intencionada dilación, quedó vinculado a proceso Juan Manuel del Río Vergel, chivo expiatorio de una pelea sin cuartel entre López Obrador contra Ricardo Monreal y su manager Dante Delgado.
El aguador Cuitláhuac García solo atendió la instrucción del pugilista peso completo decidido a no entregar la plaza –tercera reserva electoral- y dejarlo noqueado y sin fuerza política para el 2024.
Previsible un desenlace violento luego de la tozudez de Cuitláhuac ante el mandato del patrón.
Previsible asimismo que la parte agraviada tenga calculados los riesgos ya que de entrada el de Movimiento Ciudadano insistirá en la “Desaparición de Poderes”, mientras el líder del Senado, le dará el soporte a la propuesta a través del millar de denuncias de violación a los derechos humanos y persecución política.
El diferendo se da en momentos en que Morena está dividida y polarizada luego del nuevo capricho del Peje de mantener en la cárcel a un aliado muy cercano a los quejosos y defender a ultranza al tonto útil.
No habrá indisciplina de parte de Sergio Gutiérrez Luna, pero tampoco esa entrega y enjundia que traía sobre todo luego del regaño presidencial en donde lo único que hizo fue acatar la orden de Palacio, aunque después el Peje se echaría para atrás.
Y si bien la bancada legislativa mayoritaria del Congreso no moverá un dedo para echar abajo la “Ley Garrote” y mantendrá su unidad en bloque en favor de Cuitláhuac, la federal no está muy cierta del liderazgo Cuitlahuista. Solo la tercera parte lo apoya y muy a huevo.
Previsible además que Rocío Nahle saque las manos debido a que en estos momentos está muy débil y no querrá apostar nada, menos por una pieza tan frágil como lo es su aliado el Cuícaras.
En la contraparte, Dante, que conoce Veracruz como la palma de la mano y experto en la insurgencia política, detonará Veracruz desde varios frentes no sin antes tragarse de un bocado a Eric Cisneros, un infantil de la política que con guaruras y no con inteligencia o destreza resuelve los problemas políticos de Veracruz.
Los enanos del circo asimismo crecerán.
Será la oportunidad histórica para que por debajo de la mesa actúen Miguel Angel Yunes y sus huestes, el PAN con todo y lo dividido que está retome fuerza; el PRD con todo y que está en la lona carga una fuerte dosis de sed de venganza, mientras en el PRI los carroñeros se harán a un lado para lo que queda de la militancia se mueva en favor de Pepe Yunes.
Dentro de Morena-Veracruz hay mucho resentimiento.
Hay coraje entre la infantería y liderazgos medios porque nunca les cumplió Cuitláhuac, ello amén de que los grupos de Eric, Juan Vergel y seguidores de Ebrard, que harán hasta lo imposible por detonar la línea de flotación.
Ese es el escenario.
Tan fácil que hubiera sido poner el libertad a Juan Manuel del Río Virgen.
El no podemos violar que argumentan hubiera evitado una guerra que hoy se sabe cuándo empieza con un previsible desenlace pero hasta 2023 cuando se suceda el destape del candidato presidencial.
La sucesión presidencial se disputará desde Veracruz.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo
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