Tras el incidente, la sobrecargo perdió tres dientes, terminó con el ojo morado y tuvo una herida profunda en la cara que necesito puntos de sutura. Según los testimonios de la víctima, Quiñonez tenía mal puesto el cubrebocas, se había quitado el cinturón y había desplegado la bandeja de su asiento cuando el avión aún no estaba listo para aterrizar, motivo por lo cual se le pidió que atendiera las instrucciones.
Ante lo sucedido, el fiscal a cargo mencionó que es imperdonable el uso de la fuerza en un avión y que no se tolerarán este tipo de acciones. Además de los años en prisión, la mujer podría pagar una multa de hasta 250 mil dólares.