Virginia Duran Campollo / Mandela, Gandhi, Luther King fueron líderes que lucharon por la paz de sus pueblos y el mundo. Los serviles del régimen actual nacional osaron, como lo hacen con otros grandes de la historia, compararlos con el tlatoani.
Muestra la vileza humana a través de la desmedida lisonja, con la que buscan congraciarse con el mandatario tirándose al suelo. Lo único que logran es exaltar su ego, ya demasiado alterado. Lo confunden de su realidad, que es lo más criticable de su gobierno: la polarización.
Sabemos es parte de su discurso y estrategia política. Divide y vencerás. Cuando son candidatos son mansos corderos, que con mirada lánguida solicitan el voto. Al contacto con el poder y el dinero se convierten en lobos.
Es la historia universal, por donde se vea. Grandes dirigentes que embelesaron a sus pueblos, después los extinguieron. Dejaron con millones de muertos, con hambre y mucho dolor. No hay nadie más grande en el universo que el Creador.
Finalmente una enfermedad mortal o una bala perdida terminan con reyes terrenales de manera brutal. Pensamos en Hitler o Mussolini, pero el abanico es extenso. Una cosa es la labia y otra la inteligencia, sabiduría, bonhomía, humanidad, empatía.
Como machos Alfa marcan su territorio. *** Quien tenga ojos que vea y oídos que oiga. Los mexicanos vivimos momentos demasiado difíciles en todos sentidos. La muerte, desesperación, angustia, dolor, enfermedad, pobreza nos abate.
Exigimos vivir en paz, por lo menos. No podemos observar y escuchar tanto odio y venganza de a quienes les pagamos para que hagan bien su trabajo. Cansa de verdad tanto resentimiento de entes oscuros, que solo piensan en el poder.
Los ciudadanos pagamos no para que nos peguen sino para que nos resuelvan la economía, salud, seguridad. Existimos rodeados de muerte y sufrimiento de cientos de miles de conciudadanos víctimas de la delincuencia, hambre, enfermedades.
No se puede confiar en autoridades que proclaman amor al prójimo y les empobrecen, engañan. Tenemos derecho a estar en tranquilidad. La nación está en familia con tradiciones, amor, deseos de salir adelante. Ojala se entienda.
*** A mis lectores, amigos, colegas y familiares les deseamos una Feliz Navidad y que Dios nos ilumine en el camino.
*** Y para las agruras del mole…usted sabrá qué tomar. Hasta la próxima.
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