Después de que sus familiares se enterarán de la equivocación por parte de la tienda, le aconsejaron que mejor se quedará con el IPad, pues era un regalo mucho más costoso y provechoso. Pero la decisión de la joven fue lo contrario. La hija había solicitado la botella de Tequila para su padre, debido a que ya era un compromiso establecido. La joven quería que su padre se deleitara con la botella que ella le encargó especialmente.
Así que después de lo ocurrido la joven acudió a la tienda para que le devolvieran su dinero o lo que había encargado. Tras el error vino el remedio. Esa noche tanto la joven como su padre disfrutaron de la botella de Tequila que tuvo mucho más valor sentimental que un IPad.
