Dijo Fernández Noroña en un programa de entrevistas: «Y aquí en la Cámara quisieron injuriarme con un apodo, usando a un hombre que vive en situación de calle que demuestra el racismo y el clasismo en los paniaguados».
Ahí está, Noroña no quiere que le pongan apodos, pero él no deja de poner apodos a sus adversarios políticos: «Cabeza hueca a Fox, pues es un cabeza hueca, no es un apodo». La verdad, el que debería quejarse de esta situación es el pobre de “Changoléon”, pues, ¿a quién le gustaría que lo compararan con un diputado troglodita como Gerardo Fernández Noroña?