Salvador Muñoz / El Tío Fide era un político de ocurrencias, rezan las leyendas, al grado de que se cuenta que en alguna ocasión, entró a un gimnasio donde practicaban lucha libre y le dijo a un joven que lo acompañaba, que el arte del pancracio era similar a la política, porque los golpes, el espectáculo, el show y los costalazos, eran arriba, en el ring, pero ya abajo, tan cuates como siempre.
Algo similar a lo que ocurría (y ocurre a veces) en el Palacio de Encanto donde priístas y panistas se agarraban del chongo, se sacaban pancartas o hasta se arrebataban micrófono, por decir lo menos… por ahí también entraban el PRD y Morena así como otros chiquistrikis partidos… pero si había un lugar, un espacio, un tiempo para que las diferencias entre diputados acabara, estaba al final de su ejercicio legislativo y no porque las rencillas políticas se hubieran borrado en ese remanso que da el fin del camino en el Palacio de Encanto… había una esencia que daba unidad por un momento a los diputados y ésta era: el bono de marcha.
Los diputados como empleados del Poder Legislativo reciben sueldos, prestaciones, gratificaciones, primas, comisiones, dietas, bonos, estímulos, ingresos así como deducciones, entre otras más, otras menos.
En las prestaciones estarán comprendidas aguinaldo, apoyo para uso de vehículo, bonos o gratificaciones extraordinarias, entre otras, pero el Bono de Marcha no está comprendido… pero sí era usado…
Las razones para este esquema, costumbre, ritual legislativo son varias y de distintos colores y sabores… las justificaciones sobraban… que se iban a quedar sin empleo; que era parte de un ahorro; que desde que entraban hasta que salían, iban haciendo su cochinito; que se lo merecían por el arduo trabajo legislativo; por lo invertido en sus viajes y el pago a la renta de una casa de gestoría y de empleados; o lo que usted sea capaz de argumentar para recibir ¿qué le gusta? ¿un millón y medio de pesos? ¿Acaso dos millones de pesos? ¿por trabajar para los veracruzanos?
En la pasada LXV Legislatura, ¿de cuánto cree que haya sido el Bono de Marcha?
Aun cuando se ha buscado en la página de transparencia, al parecer, el último bimestre que corresponde a Octubre y hasta el 5 de noviembre, no se ha subido, por eso se carece de datos que confirmen el motivo por el cual se fueron muchos diputados encabronados: les dieron un finiquito de 180 mil pesos. Es decir, no hubo Bono de Marcha y si hubiera que ponerle nombre a ello, sería Finiquito, si consideramos a los diputados como Empleados.
Dos cosas que ver: la primera) si en la próxima actualización de la página de transparencia de la LXV Legislatura, ya se incluye el dato y la segunda) si los diputados actuales empiezan a hacer realmente un cochinito porque no vaya a ser que les repitan la dosis al final de la LXVI Legislatura y tampoco haya Bono de Marcha.
SIOP: Por donde pasa el gobernador!
Tras varios cambios en la SIOP, Elio Hernández Gutiérrez trabaja a marchas forzadas con los nuevos achichincles para que paguen todo a como dé lugar con la finalidad de erogar el mayor recurso posible, al igual y es lo que mejor sabe hacer: sólo pagar por pagar; para muestra, un botón: la obra Xalapa-Banderilla y el libramiento Coatepec. Hasta el día de hoy no se ve el fin y por si fuera poco, las carreteras del Estado están para llorar, no se ve una planeación de cómo ir mejorando y lo único que alcanza a responder es “lo que diga el Gobernador”, como si no hubiera un área especializada para realizar dichos trabajos y que se realicen obras de alta necesidad, o sólo es como el dicho de la sirvienta: nomás barre donde pasa la suegra (se construye donde pasa el gober).
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