Armando Ortiz / No les parece que con el gobernador sucede, como aquellas personas que sueltan una flatulencia en público y para encubrir su gracia rápido preguntan: ¿Quién fue? Quiere el gobernador que se hable de corrupción, que se le ayude a combatirla; quiere que le digamos si su gobierno está haciendo lo suficiente. Pues nos apuntamos para eso. La corrupción en el estado de Veracruz, señor gobernador, ha estado rampante en muchos de los funcionarios de su gobierno. Algunos medios informativos hemos estado señalando a funcionarios, empresarios, contratistas, proveedores y hasta a sus propios familiares, algunos de los cuales operan en la Secretaria de Salud adueñándose de recursos que no les pertenecen. Por supuesto, el primer corrupto de su gobierno lo colocó usted en la subsecretaría de Finanzas, se llama Eleazar Guerrero y dudo mucho que a estas alturas usted se atreva a decir que no es su primo-hermano. Este sujeto es el que está manejando a decenas de enlaces administrativos en las diferentes dependencias, y se está llenando de dinero tanto como lo hizo Javier Duarte. Por ahí empiece señor gobernador y déjese de palabrerías, deje de preguntar dónde está la bolita, pues usted sabe que la tiene en el bolsillo. Ya sabe lo que dice el dicho: “El que lo huele, debajo lo tiene”. La corrupción empieza con usted y su infamante delito de “ultrajes a la autoridad”; la corrupción está en poner a disposición de su hermanito los recursos del estado para que desfogue sus locuras; la corrupción está además en su ineficacia, en sus arrebatos, en sus veleidades. ¿Qué si han hecho lo suficiente para combatir la corrupción? Claro que no, es más han hecho todo lo contrario; como una gansa gorda, ustedes ponen el huevo de la corrupción en su trasero y lo empollan. ¿Quería que le habláramos de corrupción? ¡Servido!
“Tanta sabiduría jurídica y tan poca dignidad”; Lily Téllez le da hasta por debajo de la lengua a la Sánchez Cordero, exflorero de AMLO
Olga Sánchez Cordero dejó la Secretaría de Gobernación cansada de los malos tratos del presidente, quien no perdía ocasión para denostarla. “Tú ocúpate de los desaparecidos”, le decía el presidente a la secretaria de Gobernación cuando ella pretendía opinar sobre asuntos de seguridad nacional. La misma Sánchez Cordero lo declaró, que sufría violencia de género en el gabinete presidencial: “Cuando yo dije que sufría violencia en las reuniones de seguridad, era cierto, ¿Por qué? Porque se hacían grupos de puros hombres, estaba yo la única, y saben quién me volteaba a ver, nadie, antes de que llegara el presidente, ahí estaban cuchicheando todos, menos yo, yo no estaba incluida en esas bolitas de funcionarios”. Ya en el senado, Olga Sánchez Cordero sigue sintiendo el pie del presidente encima de su cuello, por lo que acata las órdenes del Ejecutivo, o trata de encubrir los “decretazos” del aprendiz de tirano. No extraña que la senadora Lily Téllez estalle contra la presidenta de la Mesa Directiva del Senado, quien se negó a presentar una controversia constitucional contra el acuerdo del presidente, que pretende declarar todas las obras de su gobierno con carácter de seguridad nacional. “Usted senadora no determina el interés legítimo para promover la controversia constitucional, eso le corresponde a la Corte, usted debió presentar la controversia para defender a la Constitución, que para eso usted está aquí, usted no usó la fuerza de la razón, usó la fuerza de la pandilla”, le espetó Lily Téllez, rematando con una frase que le ha de haber puesto rojas las orejas a doña Olga Sánchez Cordero: “Y se lo repito, tanta sabiduría jurídica y tan poca dignidad”.
Chinicuila, Michoacán, el sello de a derrota de López Obrador contra el CJNG; la gente del pueblo está abandonando sus hogares
Lo que está sucediendo en Chinicuila, Michoacán es lo que está sucediendo en muchos pueblos del país; personas huyendo de la violencia que genera el crimen organizado, en este caso por parte del Cártel Jalisco Nueva Generación. En este pueblo, hace unos días, un comando del CJNG atacó a los pobladores con drones explosivos y armas largas. Ante esta situación se reporta que todas las autoridades han huido del lugar. No hay presidente municipal, no hay regidores, no hay policías. La misma policía estatal no se hace presente, mucho menos la Guardia Nacional, por lo que el pueblo ha quedado en manos de la delincuencia organizada que hace sus incursiones nocturnas amenazando a los pocos pobladores que quedan. Justo hace una semana, el presidente López Obrador estuvo en Michoacán dando seguimiento a la estrategia para pacificar este estado. El presidente dijo a los michoacanos: “Tenemos la tarea de pacificar Michoacán y estamos evaluando el plan que ya se echó a andar para lograr la paz y la tranquilidad (…) desde luego sin declararle la guerra a ningún grupo, buscando proteger a la gente y atender las causas que originan la inseguridad y la violencia, ir al punto”. Pues al parecer la estrategia de no combatir a los grupos delictivos no está funcionando. Chinicuila es el sello del fracaso de la estrategia de paz del presidente López Obrador.
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