Señala Raymundo Sánchez: «Reportes de la organización civil Resistencia Ciudadana Xalapeña indican que en sólo dos meses 150 personas fueron aprehendidas bajo el mismo cargo, declarado inconstitucional por la Suprema Corte desde 2016, pero revivido por el gobernador veracruzano. No sólo eso, la iniciativa del morenista incluyó convertir a ese estado en la entidad del país que sanciona con más años de cárcel el ‘ultraje a la autoridad’». Urge que este tema llegue hasta los más altos niveles de la sociedad.
Por supuesto que el presidente López Obrador sabe de esta arbitrariedad, de esta aberración jurídica; y si no ha hecho nada por quitar ese delito, es porque se deleita en ver como en Veracruz son reprimidos los enemigos del sistema. Otro rasgo de su perversa manera de gobernar.
Termina diciendo el columnista: «Y aplica hasta por levantarle la voz a los policías del estado, quienes se pueden y se dan el lujo de incurrir en violaciones a derechos humanos de ciudadanos, sobre todo si son opositores al gobernador García, quien se mandó a hacer esta macana a la medida. Justo como Daniel Ortega, el presidente de Nicaragua que mantiene presos a unos 160 opositores y es ensalzado por el ala morenista que apoya a Cuitláhuac».