Armando Ortiz / El gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, sigue siendo noticia nacional. Raymundo Sánchez, columnista de El Universal, le dedica su columna con el siguiente título: “Cuitláhuac García, el Daniel Ortega mexicano”. Dice el columnista de El Heraldo que “el delito de ultrajes a la autoridad ha servido al gobernador de Veracruz para encarcelar a opositores y críticos de su administración”. Y vaya que lo sabemos los veracruzanos, que vemos en los policías estatales no a un servidor público para resguardar nuestra seguridad, sino como un represor al que ya no le puedes ni mentar la madre. Señala Raymundo Sánchez: “Reportes de la organización civil Resistencia Ciudadana Xalapeña indican que en sólo dos meses 150 personas fueron aprehendidas bajo el mismo cargo, declarado inconstitucional por la Suprema Corte desde 2016, pero revivido por el gobernador veracruzano. No sólo eso, la iniciativa del morenista incluyó convertir a ese estado en la entidad del país que sanciona con más años de cárcel el ‘ultraje a la autoridad’”. Urge que este tema llegue hasta los más altos niveles de la sociedad. Por supuesto que el presidente López Obrador sabe de esta arbitrariedad, de esta aberración jurídica; y si no ha hecho nada por quitar ese delito, es porque se deleita en ver como en Veracruz son reprimidos los enemigos del sistema. Otro rasgo de su perversa manera de gobernar. Termina diciendo el columnista: “Y aplica hasta por levantarle la voz a los policías del estado, quienes se pueden y se dan el lujo de incurrir en violaciones a derechos humanos de ciudadanos, sobre todo si son opositores al gobernador García, quien se mandó a hacer esta macana a la medida. Justo como Daniel Ortega, el presidente de Nicaragua que mantiene presos a unos 160 opositores y es ensalzado por el ala morenista que apoya a Cuitláhuac”.
¡Qué se puede esperar, es espuria! Verónica Hernández Giadans entre las peores fiscales del país. No investiga delitos, menos a sus parientes
Se dio a conocer el Índice Estatal de Desempeño de Procuradurías y Fiscalías, un documento que año con año entrega la Organización No Gubernamental Impunidad Cero. En este documento la Fiscalía de Veracruz queda como una de las peores del país. Entre los datos que podemos destacar de esta investigación vemos que el porcentaje de confianza que tiene la ciudadanía a sus ministerios públicos es de un 9 por ciento, cuando el máximo es de 19 por ciento. De acuerdo con el documento la probabilidad de que en Veracruz se esclarezca un delito es del 1.04 por ciento; que sólo uno de cada 100 delitos tenga probabilidades de resolverse deja a 99 delitos sin resolverse. Veracruz también está entre los últimos lugares en cuanto a cumplimiento de órdenes de aprehensión; de hecho, en este rubro ha ido a la baja, pasando de un 48 por ciento en 2017 a un 33 por ciento en 2019, que es el último año de la evaluación. En cuanto a su desempeño, la Fiscalía de Veracruz se encuentra entre los últimos tres lugares, con un índice de desempeño del 36 por ciento, mientras que en Nuevo León es del 68 por ciento. En Veracruz, por ejemplo, según los datos analizados por los investigadores de Impunidad Cero, hay un 95 por ciento de probabilidades de que un homicidio doloso quede en la impunidad. Como bien hemos señalado, Verónica Hernández Giadans está puesta en la Fiscalía para obedecer los caprichos y las venganzas personales del gobernador y de su patrón el secretario de Gobierno. Por lo que su desempeño poco importa, mientras ella siga cumpliendo las órdenes del Ejecutivo. Pero no sólo eso, a la fiscal espuria también se le ha pedido que investigue a sus parientes. La primera, una prima vinculada a grupos del narcotráfico en el sur de Veracruz. El segundo es su hermano, quien operaba desde su notaría para Fabián Cárdenas Sosa, quien ha sido vinculado a proceso por el delito de secuestro agravado. Verónica Hernández Giadans solamente se escuda en su dicho: «A la familia no se le escoge». Y a ella, ¿quién la escogió? Los veracruzanos no.
Sacan a Carlos Quiroz del Sistema Anticorrupción de Veracruz; advertimos que tenía denuncias de acos, a pesar de eso lo dejaron
Se los advertimos a tiempo, Carlos Quiroz era la persona menos indicada para ser el secretario técnico del Sistema Anticorrupción de Veracruz; de hecho, Carlos Quiroz, con sus acusaciones por acoso sexual, era un sinónimo de corrupción. En su momento el gobierno de Cuitláhuac García encubrió a este sujeto, como ha encubierto a otros acosadores sexuales, tanto de la Secretaría de Gobierno como de otras dependencias. Al gobernador le valió madres que Carlos Quiroz tuviera incluso una denuncia ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) por acoso. Dos años después de estas denuncias, de manera muy subrepticia, uno de los medios oficialistas informa que “cesaron a Carlos Quiroz Sánchez, como secretario técnico de la Secretaría Ejecutiva del organismo”. Dicen, como queriendo vestir de gala el despido, que esta acción se lleva a cabo “en el marco de la celebración del Día Internacional contra la Corrupción”. ¡Sí, cómo no! Era imposible que una oficina dedicada a combatir la corrupción contara con un secretario técnico que no sólo tenía denuncias de acoso, sino que sirvió para que quienes lo encubrieron, mostraran que ellos también eran corruptos.
Comentarios