Edgar Hernández* / Veracruz tiene un gobierno bizarro, todo lo hace al revés.
Al concluir las comparecencias en el marco de la glosa del III Informe queda claro que luego de tres años, al gobierno de Cuitláhuac García Jiménez, lo único que les sale bien es lo que les sale mal.
Parafraseando a los clásicos, se gobierna con las patas.
Y es que, a pesar de estar colocado entre los peores gobernadores del país, el conocido popularmente como el “Cuícaras”, presume de lo que carece.
Con una galopante quiebra financiera a pesar de disponer de casi 130 mil millones de pesos anuales, acude a la compra de deuda ya que no tiene ni para pagar aguinaldos.
Avanza al revés al contratar obra pública sin licitación en un 99 por ciento cuando el año pasado la propia Contralora del estado, Mercedes Santoyo Domínguez, daba cuenta de la peligrosa entrega sin concurso del 98 por ciento de la obra pública estatal y municipal.
“En este año 2021, de 19 mil 500 operaciones se han entregado 19 mil 400 en adjudicaciones directas”, dijo en su comparecencia ante la Comisión Permanente de Hacienda del estado.
Para los chairos, sin embargo, todo ello es parte de la normalidad. Es decir, avance, pero a la inversa.
Y es que, a la vuelta del trienio, la salud pública se convirtió en una calamidad en manos del acomplejado misógino Roberto Ramos Alor quien en lugar de comprobar salarios por 40 millones destinados a “médicos” cubanos, se dedica a insultar a opositoras que lo cuestionan. Ello amén de que su tarea en favor de la pandemia por Covid-19 y Dengue han sido desastrosas.
En tanto, el de Seguridad Pública Hugo Gutiérrez Maldonado portando un uniforme como si fuera a una fiesta de disfraces, se manifiesta en abierta defensa al “Ultraje a la Autoridad”, asegurando que siempre ha estado tipificado ese delito “es un escudo en favor de los policías”.
Tan al revés está el gobierno que al final del año y con tantas deudas y carencias en el marco de una entidad destruida y en abandono, el titular de la oficina de obras públicas, SIOP, Helio Hernández, casado con la prima del gobernador, sostiene que aun no se han gastado 900 millones de pesos del presupuesto correspondiente al 2021, pero que no hay fijón, “tenemos hasta marzo del 2022” ¡Increíble!
Así, para el cuestionado gobierno, es un honor estar en la fila de las entidades más corruptas de la federación.
Y cómo no, si en la Secretaría del Medio Ambiente todo ha sido propicio para la transa.
Hechos públicos y sin desmentidos del por medio, los actos de corrupción en la Dirección de Control de la Contaminación con el consentimiento de la titular Rocío Pérez Pérez, quien tiene colocados en la nómina desde a la novia hasta familiares directos.
Además, la directora del Departamento de Control de la Contaminación Norma Xóchitl Hernández Colín y el consultor del Departamento de Gestión Industrial Luis Alberto Aguilar Ortiz están cobrando moches y sobornos por hacer los trámites en dicha área. Cobran hasta por entregar los resolutivos de un generador y de una licencia ambiental en funcionamiento.
Lo de los verificentros es otra cloaca por destapar.
Y si en Turismo la titular Xochitl Arbesú Lago, no encuentra las playas en Poza Rica, sí nuevas plazas para los familiares.
En tres años de gestión nunca ha sido aclarada su propia red de nepotismo donde ha incrustado a su esposo Alejandro Butrón Domínguez, así como de familiares de colaboradores cercanos.
En su reciente comparecencia en el Congreso la diputada Citlali Medellín le pidió “hacerse un favor y renunciar” tras recordarle que es dependencia no ha hecho nada a pesar de ser la más beneficiada en los presupuestos al pasar de 56 millones a 128 millones.
Citlali Medellín la acusó de cambiar la sede de la dependencia porque la consideraba “fifí” debido a que significaba un gasto mensual de 90 mil pesos, y trasladó la dependencia a una cuartería que sólo tiene dos sanitarios para 100 trabajadores.
Expuso además presuntos casos de nepotismo al denunciar que Estrella Gilberto Martínez, jefa de la oficina de Contabilidad y Control Presupuestal, es concubina de José Juan Andrade, ejecutivo de Proyectos de Servicios Turísticos de la Dirección de Servicios Turísticos.
Y esto no acaba en el poder ejecutivo. Las calamidades se extienden a los poderes legislativo y judicial.
De pronto a la venerable titular del Poder Judicial, Isabel Inés Romero, de pronto se le extraviaron 500 millones del presupuesto 2021 y no encuentran 600 millones más del fondo de reserva del Consejo de la Judicatura.
Desde luego que aun no esculcan en los bolsillos de su administrativa Joanna Marlen Bautista Flores, no cercana, sino cercanísima, del Subsecretario de Finanzas, Eleazar Guerrero, primo hermano de Cuitláhuac.
Y en el Poder Legislativo, un “analfabeta funcional”, Juan Javier Gómez Cazarín está -como dicen las abuelas- en todo menos en misa.
Mezclado en negocios turbios de miles de millones al descubierto tras la detención del alcalde electo de Lerdo de Tejada, Jorge Fabian Cárdenas, “Fabian N”, es señalado ante la opinión pública, que no ante la Fiscalía, de asociación delictuosa asociada al secuestro, manejo de miles de millones de pesos a través de prestanombres y de acciones relacionadas al crimen organizado.
Gómez Cazarín, gorila de Cuitláhuac, ha pasado impune luego de tres años de acciones ilegales tras la destitución del anterior Fiscal, la remoción y designación de magistrados y la propia presidenta que inicialmente ellos llevaron.
Ello sin perder de vista la aprobación de leyes al madrazo como la no revocación del mandato de Cuitláhuac; meterse a la compra del voto, así como madrear y encarcelar a candidatos y militantes opositores y, el colmo, manipular al OPLE para seguir como diputado plurinominal y presidente de la Junta de Coordinación Política, a contrapelo de la paridad de género.
Habrá que reconocer, sin embargo, que en realidad hay algo que no hacen con las patas; en la Secretaría de Gobierno que encabeza Eric Cisneros, las cosas no se hacen con las patas, se hacen con el pene.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo
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