Estas acusaciones han sido negadas anteriormente por el gobierno de China, quien ha señalado estos cuestionamientos como «una campaña de difamación». Sin embrago, tras el anuncio del boicot diplomático, China respondió diciendo que Estados Unidos pagará un precio y que Washington debe estar atento. De igual forma el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino dijo que «Estados Unidos sólo intenta trastocar los Juegos en base a su sesgo ideológico, a mentiras y a rumores».
Mientras China mostraba su inconformidad con el boicot, Francia aseguró que se coordinará con los países de la Unión Europea (UE) sobre este asunto. Por su parte y ante la noticia de la inasistencia de representación estadounidense, el diario ‘Global Times’ se alegró por la decisión: «Cuantos menos funcionarios estadounidenses vengan, menos virus traerán».