Virginia Durán Campollo / El pueblo sabio consigna que “el que nunca ha tenido y llegar a tener, loco se quiere volver”. La locura de MORENA es por la fortuna inesperada. El dicho se utiliza para “indicar la falta de sentido común que afecta a aquellas personas que no saben gestionar los bienes que llegan de golpe”. La supuesta austeridad, es la gran mentira de este híbrido sin ideología propia. Una mezcla de los traidores de otros partidos políticos, que se han vendido por unos denarios. Una mezcla mal forme, que los convierte en tribus salvajes. No hay esencia. Se favorecen de su tlatoani, que obnubilado gobierna para sí mismo. “No se mueve ni una coma”, sus órdenes sean cuerdas o de locura. Ese 90% de lealtad son los incondicionales, que brotaron la mayoría de los acarreos. Con gran irresponsabilidad han metido a gente, que no tiene el perfil para resolver las necesidades de la nación. Un equipo donde los secretarios de estado son títeres como el de salud, que deja a su subsecretario la grave responsabilidad en la cual ha fracasado con 400 mil mexicanos muertos.
*** Déspotas, soberbios, contestatarios, ignaros, inútiles, omisos. Ejemplos abundan, para detrimento del país que va en picada. Igualito que Vicente Fox y su foxilandia- el país de las maravillas- que solo existía en su afectada cabeza. El poder los obnubila. Se extravían. El golpe de suerte de la lotería les cayó sin mayor esfuerzo. Son lo mismo o más de lo que criticaron. En su discurso mareador todo está de maravilla. Lo malo es culpa del pasado. Las alforjas están repletas y apenas en el tercer año de administración la riqueza de algunos asombra a los ciudadanos. Negociazos como antaño. Un país empobrecido, manteniendo a zánganos que ni siquiera tienen el compromiso de saber a lo que los destinaron. Todo se maneja desde la silla presidencial, esa que dijo Zapata esta embrujada.
*** En Veracruz se padece de un gobernador autócrata, símil de su tlatoani con todos los atropellos.
*** Y para las agruras del mole…usted sabrá qué tomar. Hasta la próxima.
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