Los padres del menor que disparó y mató a cuatro personas en una escuela de Detroit fueron imputados por homicidio involuntario. El agresor, Ethan Crumbley, de 15 años, fue detenido desde el 30 de noviembre, día en que ocurrieron los hechos. Según el fiscal de distrito, los cargos imputados a los padres están destinados a responsabilizar a las personas que contribuyeron a que se realizara esta tragedia y a enviar el mensaje de que los propietarios de armas tienen una gran responsabilidad.

Los antecedentes del caso de Ethan ponen en un punto muy delicado a sus padres. Su papá fue quien le compró el arma, que, aunque no estaba guardada en el cuarto del joven, se encontraba sin llave. La misma semana que esta fue adquirida, una maestra llamó a la madre de Crumbley para informarle que el menor estaba dibujando una pistola y recargas en su libreta, pero la madre sólo le recomendó al infante que “no lo atraparan”.

Además, se piensa que Ethan sufre de alguna enfermedad mental o depresión, esto pues en varias ocasiones su maestra encontró notas en su libreta que decían: «Los pensamientos no se detendrán. Ayúdenme»; «Sangre por todas partes»; «Mi vida es inútil» y «El mundo está muerto”. Situación que señaló más a los padres pues los juzgaron debido a que no se habían dado cuenta del estado anímico de su hijo. Hasta el momento más de 60 escuelas han sido cerradas en todo el estado debido a comportamientos amenazantes.