Quien salió bien embarrado con el caso de Fabián Cárdenas Sosa, alcalde electo de Lerdo de Tejada, detenido, acusado de secuestro agravado, fue Esteban Ramírez Zepeta. El gobernador, que también estaba en la jugada de sociedad de apoyo a este presunto delincuente, le echó todas las pulgas al perro más flaco, a Esteban Ramírez Zepeta, el llamado líder estatal de Morena. Defendió el gobernador a Gómez Cazarín, pero a Ramírez Zepeta lo tundió; lo hizo responsable de una candidatura que, a decir de él, desde un principio le pareció mala. Dicen, los que conocen a Ramírez Zepeta, que el muchacho anda distraído; como enamorado dicen otros.
¿Cuáles son las razones de esta distracción que ha merecido el regaño del gobernador de Veracruz? Algunos vecinos de Homex, una zona habitacional de Xalapa cercana al Tronconal, dicen haber visto en varias ocasiones a Esteban Ramírez Zepeta acompañando a un jovencito robusto. Hasta hace poco lo veían continuamente, lavando un Ford Fiesta del año, lo veían comiendo elotes y esquites en la esquina cerca de un Fasti; pero ya se le ve poco.
Amigo del Facebook, Ramírez Zepeta no pierde oportunidad de darle likes a las fotos de su amiguito, a quien por cierto colocó en una dependencia de gobierno del estado, con un sueldo muy inmerecido, cosa que el joven presume a sus conocidos; y es que, sin estudios universitarios, logró un puesto que le dio para compararse una casa en una mejor zona de la ciudad y un auto Ford Fiesta del año que a ratos le anda fallando: “Si manejo durante unas 5 horas comienza a perder potencia”.
Pues al parecer, este joven es una de las distracciones principales de Ramírez Zepeta y no puede ocultarlo. Pues con él se cumple la máxima que dice: “Hay tres cosas que el hombre no puede ocultar: El amor, el dinero y lo pendejeo”. Y Ramírez Zepeta no ha podido ocultar ni uno de los tres.
Comentarios