En realidad, Cuitláhuac García es como una muñeca del terror, pero ciega. Pues en sus narices sus propios funcionarios roban al erario público y él como si nada. Su propio primo, Eleazar Guerrero, desde la subsecretaría de Finanzas, está robando a manos llenas, gracias a los operadores financieros que colocó en cada dependencia estatal.
Pero también hay corrupción en Salud, en Seguridad Pública, en SIOP, en Sedesol, en Sedarpa; así como en muchas direcciones y oficinas de recursos materiales. A esos no los ve la “muñeca del terror” veracruzana, es decir el gobernador de Veracruz que se autoproclama como un justiciero, una máquina de ajustar cuentas.