¿Por qué? Pues porque los dos medios de comunicación dieron a conocer un reportaje en donde se desvela que los hijos de López Obrador están haciendo negocio con el programa Sembrando Vida. López Obrador, desdeñoso se olvidó de los elogios que lanzó a Carmen Aristegui al principio de su gobierno: «Nada más aclarar que no es cierto lo que plantean en su reportaje y también aclarar que Proceso y Carmen Aristegui nunca han estado a favor de nuestro movimiento, ellos dicen que porque son independientes y yo sostengo que sí son independientes pero independientes del pueblo».
La pregunta inmediata es: ¿Por qué deberían estar estos dos medios del lado del presidente? Sobre el reportaje el presidente dijo que realizaron «una investigación mentirosa, sin fundamentos para buscar mancharnos con la máxima del hampa del periodismo de que la calumnia cuando no mancha tizna». Ya lo había anticipado Proceso, si el medio no está de acuerdo con el presidente, a pesar de la evidencia, es el medio el que está equivocado, no el presidente. Lo mejor de todo es que Carmen Aristegui se quita el lastre de López Obrador, pues hasta la fecha muchos señalan que ni ella ni su medio han publicado sobre la corrupción en el presente gobierno. Ya ven que sí.