Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez / ERA DE esperarse. Tito Delfín Cano sabía los riesgos que corría en un régimen autoritario como el que vive Veracruz, y peor aún, al prestarse al juego de los Yunes Linares-Márquez y aceptar competir por la Presidencia del Comité Directivo Estatal del PAN traicionando a quien alguna vez lo consideró parte de su equipo, en este caso, a Joaquín “el chapito” Guzmán Aviles que, según cuentan los detractores, trae tratos con los morenos de Palacio. El ex alcalde de Azueta y de Tierra Blanca tenía pendientes no cerrados en el municipio puerta del Papaloapan, y de un tiempo a la fecha hubo hasta quienes pedían información veladamente del político, lo que indicaba que le estaban armando un expediente. Pero Tito, que decidió abrazar la causa de los Yunes de El Estero, decidió dejar la tutela del “chapito”, Guzmán Avilés que se la juega con Julen Rementeria del Puerto para el 2024 y no con los Yunes azules, y en esa traición llevó la penitencia. Perdió el piso y es de entenderse que en Palacio de Gobierno no quieren al clan por la irreflexiva ofensa que el ex candidato a la Gubernatura Miguel Ángel Yunes Márquez vertió contra el ahora Presidente Andrés Manuel López Obrador llamándolo “viejo guango” cuando era candidato, sin reflexionar que su propio padre es mayor un año que AMLO, pero esa postura y otras tantas es lo que no le perdonan al junior que, para variar, en casi todos los debates ofendía al actual Gobernador Cuitláhuac García Jiménez. Por ello no se duda ni por un instante, que la elección para Presidente Municipal de Veracruz sea anulada como segunda respuesta al clan, y lo que parecía un incipiente triunfo se convierte en derrota, como ocurrió en Puebla. Hay ofensas que no se olvidan, y las vertidas contra AMLO siguen en carne viva, y aun cuando el Presidente jure y perjure que su fuerte no es la venganza, sus seguidores piensan diferente, más cuando el Jefe de las Instituciones Federales no vería con malos ojos que desde Veracruz se actúe contra la familia que tiene sus orígenes en Soledad de Doblado como ya lo ha sugerido en varias ocasiones.
POR ESA razón, no es de extrañarse que Tito Delfín sea el hijo más delgado de esa madeja y ahora, por creérsela este en prisión sin posibilidades de salir a corto plazo, salvo que la plaza de Veracruz sea entregada y los Yunes Linares-Márquez acepten sacar las manos de futuros procesos electorales, incluido el de dirigente Estatal del PAN. Tito, como se informó oportunamente fue detenido al salir de un mitin en Álamo, por lo que seguidores siguieron a las camionetas ministeriales que lo trajeron a Xalapa ante el temor de que no llegara sano y salvo a lo que será su casa en las próximas semanas, meses o tal vez años, algo así como lo que está viviendo el ex secretario de Gobierno yunista, Rogelio Franco Castán al que, inicialmente detuvieron por ultrajes a la autoridad, y ya una vez en el reclusorio le han endilgado otros procesos, incluida violencia intrafamiliar, lo que permite deducir que por lo menos en lo que resta de este Gobierno seguirá tras las rejas.
Y ES que ese es y será la tónica en lo sucesivo contra los opositores que no se dobleguen, y ahí está el caso del dirigente Estatal de Antorcha Campesina el, también, terrablanquense, Samuel Aguirre Ochoa que tras tornarse ácido crítico de la Cuarta Transformación, hace cuatro días le enviaron a sus oficinas en Xalapa un citatorio de la Fiscalía General del Estado, en el cual se le informa que existe una carpeta de investigación abierta en su contra por una denuncia interpuesta por María Nayeli González Chimal, una mujer que dice no conocer y nunca haber escuchado hablar de ella. Por esa razón, Aguirre Ochoa asegura que “en Veracruz quien amenaza y ejecuta a través de diversos hilos, es el secretario de gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos: “él es el encargado de instrumentar las acciones para eliminar a los que le estorban al partido de Morena, utilizando a la Fiscalía General del Estado, al Congreso, al Poder Judicial, al Órgano de Fiscalización, a la policía Estatal o a sicarios contratados exprofeso para reprimir y hostigar a los críticos y adversarios políticos”, y en ese contexto refiere que “el prestigio del gobierno de Veracruz está por los suelos debido a que no han hecho nada por mejorar las condiciones de vida de los veracruzanos y por la incapacidad de Cuitláhuac para expresarse en público, por lo que ya no le apuestan a ganar las próximas elecciones por la vía democrática, sino que tienen claro y han diseñado una ruta para mantenerse en el poder a base de golpes, torciendo la ley en su favor, fabricando delitos a quienes no se someten a su voluntad y sometiendo por la fuerza a quien se les ponga en frente”.
EL CASO es que Samuel Aguirre debe acudir a su cita ante la Fiscalía Estatal con el riesgo de ahí mismo ser detenido y sometido, y por ello señala que “es de dudar que esta política le dé buenos resultados, pero a eso le apuestan” por lo que “las críticas y señalamientos de los veracruzanos y de algunos actores nacionales no se han hecho esperar y cada día hay más cuestionamientos al mal gobierno de Cuitláhuac García”. De esa manera recordó que el 20 de Noviembre pasado, el senador Ricardo Monreal Ávila, coordinador de los senadores de Morena, a través de un video acusó al gobierno de Veracruz de fabricar procesos penales utilizando el delito de ultrajes a la autoridad. A pesar de que se refirió al Poder Judicial y a la Comisión Estatal de Derechos Humanos, a todo mundo le quedó claro que hablaba de los operadores políticos del Ejecutivo veracruzano.
POR LO pronto los panistas ya han expresado su solidaridad con Tito Delfín y exigen su liberación, algo que por supuesto no sucederá a corto plazo, en tanto Miguel Ángel Yunes Linares acusa que se trata de “uno más de los actos de persecución política ejecutados por Cuitláhuac García y la Fiscalía a su servicio”, y agrega: “Dicen que a los delincuentes “abrazos, no balazos”, y a los opositores “balazos y cárcel, no abrazos”. Usan el poder no para perseguir delincuentes sino para agredir a sus opositores.
Inventan acusaciones y delitos y persiguen a quienes no estamos de acuerdo con un gobierno que lleva a Veracruz al precipicio. El único delito de Tito Delfín fue anunciar que sería un opositor fuerte, que no se doblegaría frente al poder, y el gobierno quiere evitar que el PAN sea encabezado por un opositor, quiere un pelele a su servicio, pero los verdaderos panistas no vendemos nuestra conciencia, refiere el jefe del clan. Pero con todo y eso, Tito se queda en la cárcel, y no descarte usted más detenciones en las horas o días por venir. Reses y carniceros, carniceros y reses, esa es la política, aunque en el ejercicio del poder pocos tengan memoria o entendimiento. OPINA carjesus30@hotmail.com