Según las investigaciones, el hombre de 47 años necesita una prótesis desde los 20 años. Con el paso del tiempo, los problemas que le causaba su imagen se habían agudizado más, al grado de crearle una fuerte depresión. Sin embargo, tras la operación, Verze comenta que estos problemas han acabado y finalmente puede mirarse en el espejo y estar feliz con lo que ve.
Esto se convierte en un gran logro pues los implantes acrílicos tardan aproximadamente 6 semanas en crearse. Además, requieren un molde de la cuenca del ojo, un proceso delicado y molesto principalmente para los niños. El ojo impreso 3D se produce en aproximadamente dos horas y el único proceso para hacerlos es un escáner. Añadido a esto, estéticamente da un look más natural pues permite que la luz pase a través de su profundidad.