El Padre Pistolas se queja porque las mujeres que salen a manifestarse, sólo salen a destruir, «traen hasta marros y sopletes. En lugar de ganarse el cariño o respeto se ganan el desprecio», les dice el cura. El cura Alfredo Gallegos aprovechó la ocasión para exhortar a las mujeres a que no aborten: «Ay, mujeres, las quiero mucho, ustedes son la base de la sociedad. Son sacrificadas, tengan hijos (…) no aborten».
Pues algo de razón tiene el cura cuando pide a las mujeres que salgan a manifestarse sin vandalizar, pero eso de mandarlas a hacer sopes y tamales, como que sigue siendo una visión de roles muy machista que ya debería estar erradicada.
