Claudia Guerrero Martínez / Y sigue “la mata dando” en el PRD y sus críticos al interior, pues algunos de sus militantes muestran una presunta preocupación, pero en realidad es presionar y extorsionar para vender su silencio, con el acuerdo de sacar raja política y económica, sin importarles la afectación a este partido político. Uno de ellos es el exregidor y exdiputado local Manuel Bernal Rivera, quien desde hace varios meses, sólo se dedica a simular “alzando la voz” en los cafés del centro de la ciudad, como lo hizo en administración de Fidel Herrera y Javier Duarte, con el fin de mostrarse ser crítico del sistema y del interior del PRD. Y quienes lo conocemos, ya sabemos cuál es su intención.
Conocido por todos los grupos políticos, olvida su historia y la de su familia, a quienes ha logrado acomodar en varias administraciones municipales en el Ayuntamiento de Xalapa y ser comparsa de alcaldes en turno. La familia xalapeña Bernal Velázquez han estado en la palestra pública gracias a que presuntamente representan a la “izquierda” en la capital de Veracruz y a costa del PRD.
Desde hace muchos años, Manuel Bernal Rivera ha cobrado dentro del PRD, ostentando cargos y exigiendo un derecho que no se ha ganado, pues no representa votos para el partido, ni tampoco cuenta con una estructura genuina. Y hoy se ostenta como “Líder y vocero” del PRD, cuando lo único que hace es criticar al partido y no aportar nada para imponer un clima de credibilidad en esta plataforma política. Y peor, se auto asigna secretario de Derechos Humanos, cargo que no existe en el organigrama interno y nadie le dio posesión a éste, volviendo a las andadas en tiempos del fidelismo y duartismo, como un crítico aguerrido, con el único fin mediático.
Él y su familia, a quienes el propio Bernal “enseñó” a vivir del erario municipal y estatal sin mayor mérito, hoy sufre al pensar que se pueden acabar las prebendas y canonjías, que hasta hace poco se habían heredado de padre a madre, hijas y yerno. La familia Bernal Velázquez pone en entredicho sus convicciones de una “izquierda” a la que no debería de interesar el capital, ni el poder económico.
Un momento de lo más bajo, fue cuando la familia completa, el padre vividor y los hijos ambiciosos, realizaron injusticias en contra de la madre de ellos, una mujer que vivió las peores traiciones y lo único que la mantenía era el amor a estos hijos malagradecidos, cuando se desataba una serie de señalamientos infundados y la madre, nunca quiso perjudicarles, aun cuando ellos mostraron su lado oscuro de la avaricia e interés en la repartición de los bienes.
Si hoy, esta familia defiende a Rogelio Franco Castán, el hoy preso por cuestionados delitos imputados por un vengativo Cuitláhuac García Jiménez, Franco era el único aliado que les apoyaba y toleraba sus mañas, improductividades y hasta traiciones.
El hijo de Bernal, que tiene doble plaza, una en el Ayuntamiento de Xalapa y otra en el Congreso del Estado, hoy sufre y se queja delante de todo aquel que lo quiere escuchar y nadie se explica cómo cubre los horarios en cada centro de trabajo. Mañosamente logró acomodar los horarios para que pueda seguir “trabajando” en ambos lados al mismo tiempo. Los mismos compañeros del Ayuntamiento de Xalapa festejan la medida pues pocos como él, cobraban y no acude a trabajar el horario completo de su jornada laboral.
Además y lamentable, los escándalos maritales del propio Manuel Bernal Rivera, que involucran a una conocida reportera.
Allá los perredistas si los siguen solapando y aguantando, porque después de los nulos resultados del PRD en la última elección de Xalapa, donde casualmente “no se quisieron meter”, por no verse en la fórmula a la regiduría que sentían ya era casi de su propiedad, entonces se abrieron, traicionando sus siglas.
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