Juan David Castilla / Tlapacoyan, Ver. Ambientalistas de distintas regiones del país se concentraron en el estado de Veracruz, se pronunciaron en contra de los “megaproyectos de muerte” y realizaron un ritual en defensa de la vida y de la naturaleza.
Decenas de activistas se reunieron en el Auditorio Municipal de Tlapacoyan, localizado en la zona centro de la entidad, en la región del Nautla, a 102 kilómetros de la ciudad de Xalapa.
De acuerdo con Guillermo Rodríguez Curiel, integrante de La Asamblea Veracruzana de Iniciativas y Defensa Ambiental (Lavida), la pandemia del SARS-COV-2 (COVID-19) fue aprovechada por las empresas transnacionales para avanzar con sus proyectos.
«A eso agréguenle que las oficinas de gobierno, sobre todo la autoridad ambiental cerraron sus puertas, no tenías ningún corredor que te permitiera continuar en la defensa, excepto donde aquellos amigos tienen años de resistencia como en Jalcomulco o en la cuenca del río Bobos-Nautla», expresó.
Los defensores del medio ambiente decidieron alzar la voz en el marco del aniversario de la Revolución Mexicana, para externar que continuarán sus acciones enfocadas a la defensa del territorio.
En el evento participaron ambientalistas de Oaxaca, Michoacán, Puebla, Chiapas, Tlaxcala, Ciudad de México y de otros estados de la República Mexicana, quienes hablaron de su trabajo para proteger sus pueblos de minería a cielo abierto, así como de la construcción de presas hidroeléctricas, fracking, gasoductos y otros proyectos.
«La defensa de nuestro territorio la hacemos desde nuestras comunidades y desde nuestras parcelas donde sembramos y cosechamos», enfatizaron.
Mencionaron que han sido víctimas de amenazas de muerte, levantones y que algunos de sus compañeros han sido asesinados por participar en la resistencia.
«Nos comprometemos a proteger de esos proyectos de muerte que nos han impuesto varias empresas y los gobiernos sin conciencia humana, a cuidar esos manantiales y sus ríos, poniendo todo el esfuerzo para no seguir matándolos con sus drenajes. A respetar nuestros arroyos a no seguir contaminándolos y provocando la muerte de esos seres vivos que aún quedan en peligro en esos arroyos y ríos, que nuestros hijos deben de conocer», enfatizaron.
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