El mensaje por el Tercer Informe, fiesta política y popular

Tlacotalpan, Ver. Tercer Informe de Gobierno de Cuitláhuac García Jiménez FOTO: MIGUEL ÁNGEL CARMONA/FOTOVER
- en Opinión

Arturo Reyes Isidoro / El mensaje de ayer por su tercer informe del gobernador Cuitláhuac García Jiménez en Tlacotalpan se dio en medio de un verdadera fiesta política y popular.

Más allá del contenido, poco novedoso, sin nada verdaderamente sobresaliente y sin grandes anuncios, pero suficiente para cumplir con el compromiso, se vistió con la presencia de la posible futura candidata de Morena a la gubernatura, Rocío Nahle García, quien trajo la representación presidencial.

Cabe decir que fue un acto republicano en el que, ahora sí, la figura central fue Cuitláhuac, quien como en los años cuarenta, cincuenta, sesenta y todavía setenta del siglo pasado se dio un baño de pueblo arriba de la plataforma de un vehículo descubierto, que me hizo recordar a los candidatos presidenciales Miguel Alemán Valdés, Adolfo Ruiz Cortines, Adolfo López Mateos y Gustavo Díaz Ordaz, aunque estos lo hicieron arriba de un camión de redilas.

El histórico y hermoso (remozado además para la ocasión) Teatro Netzahualcóyotl fue un inmejorable recinto y escenario para el lucimiento del gobernador, y la ceremonia protocolaria le dio la seriedad y la formalidad que merecía el evento.

Cuitláhuac llegó a la mitad de su sexenio ya muy lejos del ruido de su primer año y parte del segundo de que sería relevado por el presidente por su inexperiencia y su inoperancia. Ha sobrevivido, ya llegó al Ecuador de su mandato y ahora viene la etapa del descenso, la cuenta regresiva, a partir del próximo 1 de diciembre cuando iniciará su cuarto año de administración.

Se supone que los tres primeros años de su gestión le sirvieron para consolidar la estructura de su gobierno, en forma suficiente para aguantar y sobrellevar lo que viene, que no es otra cosa que la paulatina pérdida del poder y con ello su debilitamiento como gobernante.

Por lo pronto cumplió con su compromiso de dar su informe y de llegar en forma consolidada a la mitad de su gobierno.

Ahora viene la aprobación del Presupuesto

Además de las comparecencias que tendrán los secretarios de despacho y el propio titular del Ejecutivo ante la diputación local, lo que sigue de importancia será la entrega del Presupuesto para el ejercicio fiscal 2022 a la Legislatura y su aprobación.

Ayer en Tlacotalpan el secretario de Finanzas y Planeación, José Luis Lima Franco, declaró que el anteproyecto ya lo tiene listo y que, como ha venido adelantando, contempla un incremento de 3.7 por ciento, aunque en realidad solo servirá para equilibrar el índice anual de la inflación por lo que en los hechos el presupuesto será igual al de este año.

El pozarricense remarcó que se trata de un presupuesto austero pero que no se descuidan rubros importantes como el gasto en salud y en infraestructura, y que si bien hay un aumento en el ramo de participaciones federales, las secretarías tendrán el mismo presupuesto de este año.

Lima Franco administra la escasez y le ha venido tocando bailar con la más fea por la insuficiencia de billetes, pero ha venido ayudando al gobernador a sortear bien los compromisos como los de fin de año, que anualmente son un verdadero dolor de cabeza, pero al menos la burocracia tiene asegurados sus ingresos para diciembre próximo.

Relevan a Valerio de CS del Congreso local

No se ha hecho oficial, pero en el Congreso local desde la semana pasada llegó Guillermo Núñez para relevar en la Coordinación de Comunicación Social a Aldo Adrián Valerio Zamudio, quien no se lo esperaba y pensó que continuaría en el cargo en la nueva Legislatura.

Una versión de adentro cuenta que la desgracia en que había caído el recomendado de Zenyazen García Escobar tuvo su primer asomo cuando ante la llegada del nuevo jefe de prensa de la bancada de Morena, Aldo lo fue a ver para “tirarle línea” y leerle la cartilla, diciéndole cómo se hacían las cosas ahí. Para sorpresa de Valerio el otro lo paró en seco, le respondió que no necesitaba que le dijeran qué hacer, que él era serio y profesional y que se disponía a revisar todo.

Atrás de él llegó Nuñez y revisó también, y lo primero que hizo fue parar todos los convenios de publicidad que Aldo había adjudicado a medios incluidos los presuntamente de su propiedad.

Valerio tenía prácticamente secuestrada el área, la manejaba de acuerdo solo a sus intereses personales, adjudicaba contratos de publicidad a sus incondicionales, aunque no tuvieran lectores, y en algunos medios se ha publicado que otorgó cuantiosos contratos a portales presuntamente de su propiedad pero que otros manejaban.

Su caída la habría propiciado su acercamiento al diputado federal Sergio Gutiérrez Luna, con quien fue a reunirse especialmente en la Ciudad de México cuando el gobernador Cuitláhuac García desconocía al legislador oriundo de Minatitlán porque amenaza la candidatura de Rocío Nahle, la candidata del palacio de gobierno.

De todos modos, adentro tampoco es un secreto que Juan Javier Gómez Cazarín, presidente de la Junta de Coordinación Política, no estaba a gusto con él y lo aguantaba en el cargo porque se lo había impuesto Zenyazen.

Ayer que investigué sobre el asunto me sorprendió que muchas personas me dieron las mejores referencias de “Memo” Nuñez, me dijeron que tiene experiencia, que él sí sabe de medios, que tiene buen trato con las personas y que si lo apoyan quienes deben puede mejorar la relación del Poder Legislativo con medios y con periodistas y con ello la imagen de la institución. Se esperaría que abra una nueva etapa en el área de prensa del cuerpo legislativo.

Por otro lado, la caída de Valerio es un golpe para el secretario de Educación, pues no solo perdió una posición clave en el Congreso, sino que, si es cierto que su alfil fue despedido por su visita a Sergio Gutiérrez, podrían sospechar que no lo hizo sin que le hubiera informado y la remoción de Aldo sería un aviso para él.

Preparan movilización de acarreados para aclamar a AMLO

Cuando gobernaba el PRI, los que ahora están en el gobierno pero que entonces eran oposición, llamaban “acarreados” a quienes movilizaban en forma masiva, de los diversos municipios hacia Xalapa o hacia la Ciudad de México, para apoyar al gobernador o al presidente en turno.

En aquel entonces contrataban todos los autobuses que fueran necesarios para cumplir su propósito y ponían a un ejército a preparar los famosos lonches (dos pambazos, un Boing, un plátano y dos naranjas, básicamente) para darles algo de comer en el camino. Todo eso, por supuesto, se prestaba para un gran negocio de los organizadores porque facturaban de más el costo de los productos.

Pues resulta que en el gobierno del estado tienen ya todo listo para realizar una gran movilización de trabajadores de “confianza”, de contrato, no sindicalizados, que son la gran mayoría, para llevarlos el próximo 1 de diciembre a rendirle culto al amado líder Andrés Manuel López Obrador al Zócalo de la Ciudad de México, al iniciar su cuarto año de mandato y para manifestarle apoyo a favor de la reforma eléctrica.

Según la distancia de donde salgan, los acarrearán (perdón, los movilizarán) desde una noche anterior, desde la medianoche o desde la madrugada para que amanezcan en la gran plancha de concreto de la capirucha, en la que el termómetro al amanecer marcó ayer una sensación térmica de 6 grados.

Ya se imaginan, será una asistencia “voluntaria”, con pase de lista en la puerta de los autobuses, con cancelación de contrato para quienes no asistan o, en el mejor de los casos, con descuento en la nómina, pero con la marca de la sospecha de que son enemigos de la 4T por no ir a rendirle pleitesía al preciso.

Antes eran “acarreados”, ¿ahora son o serán “firmemente convencidos”? El comandante en jefe para la movilización sería el subsecretario de Finanzas, Eleazar Guerrero Pérez.

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