Arturo Reyes Isidoro / Desde semanas previas a este lunes, en todos los espacios y sitios públicos del estado más atractivos por visibles, a juicio de los responsables, se promueve en “espectaculares” el Tercer Informe de Gobierno siempre con la imagen del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, como en los tiempos en que gobernó el PRI. Prácticamente nada hace la diferencia. Viejo periodista que soy, que ha venido presenciando y reseñando la vida política de Veracruz desde los años setenta del siglo pasado, cuando el tricolor estaba en todo su apogeo, me es imposible no evocar aquellos años y preguntarme si cincuenta años después algo ha cambiado.
Los “espectaculares” no cuestan cualquier bicoca. Los hacen empresas especiales, pero antes hay trabajo de campo, localización de fondos o escenarios, toma de fotos una y otra y otra, muchas, para escoger, confección de fotomontajes, construcción o alquiler de estructuras para colocarlos, alquiler de espacios en sitios privados (arriba de azoteas, por ejemplo) y otros detalles. Es un negocio no solo para la empresa que los construye sino para el campeón, quien contrata, pues se lleva su respectivo moche (Fidel Herrera Beltrán hizo mucho business con una empresa de Monterrey, que si mal no recuerdo contrató también Duarte. O sea, ahora igual que en la era tricolor.
En el Congreso local, merced al rotundo triunfo que obtuvo en las urnas el pasado 6 de junio, Morena, con su bancada mayoritaria, se apoderó de las comisiones permanentes más importantes, a través de las cuales hará y deshará a su gusto, exactamente como lo hizo el PRI por años y años y años (me extraña que por ello se hable de “agandalle” pues qué otra cosa se podía esperar, ¿Qué siendo el más grandote y fuerte les entregue a los más chiquitos y raquíticos los caramelos más caros, más grandes y más sabrosos?). ¿Alguna diferencia ahora con lo que fue con el PRI? No veo ninguna.
En las últimas fechas, diputados y presidentes municipales (estos en activos y electos) que llegaron al cargo por diversos partidos, ahora de oposición, sin ningún rubor se han estado pasando a las filas de Morena, por conveniencia, claro está, o porque los están amenazando lo mismo desde el Congreso local que desde una oficina del palacio de gobierno con que si no lo hacen van a tomar represalias contra ellos y no habrá quién los defienda, igual como se hacía cuando el PRI tenía el poder. ¿Algún cambio con el pasado no tan lejano? Ninguno.
En el Congreso federal la madrugada de ayer domingo, Morena, con su mayoría relativa, aprobó contra viento y marea el Presupuesto de Egresos de la Federación 2022. La oposición (básicamente el PRI, el PAN y el PRD) pataleó, hizo berrinches, se rasgó las vestiduras y pese a que presentó mil 994 reservas, esto es, propuestas de modificación, vio como una a una fueron desechadas y al final les pasó la aplanadora encima, nada más que ahora no era tricolor sino guinda. El mismo producto nada más que con un nuevo empaque.
Este lunes el gobernador Cuitláhuac García Jiménez entregará su informe al Congreso del Estado, y pese a la austeridad que se pregona mañana martes dirigirá un mensaje en el teatro Netzahualcóyotl, de Tlacotalpan, en una ceremonia que nada envidiará a las del PRI, con miembros del gabinete que llegarán, algunos, en camionetotas blindadas, de lujo, de más de un millón de pesos y rodeados de un enjambre de guaruras, con invitados especiales que alterarán la apacible vida de La Perla del Papaloapan, pero, eso sí, se pregona la austeridad (el presidente Andrés Manuel López Obrador ha pronunciado sus mensajes en el Palacio Nacional y no se ha desplazado para ello ni a Querétaro ni a Dolores, Hidalgo ni a ningún otro lugar emblemático de la historia nacional). Nada más faltarán las matracas, los cencerros, los silbatos a base de gas de los ferrocarrileros, las bandas de guerra tipo CTM o CROC o CROM, los “mechudos”, el papel picado y el confeti, pero, en esencia, todo será igual.
La vida, Dios, el destino, me han dado la oportunidad de ver, estando en activo, cómo dio la vuelta completa ya, en un periodo de medio siglo, la Rueda de la Fortuna… política en Veracruz, un giro de 360 grados (un ídolo de los actuales, Karl Marx, decía que “La historia se repite, primero como tragedia, después como farsa” –algo hay de eso, algo hay de eso, estimado don Charles– y Jalil Gibran expresaba que “La historia no se repite si no es en la mente de quien no la conoce”), por lo que, en mi caso, no me extraña lo que está sucediendo porque ya lo conozco, ya lo vi en el siglo pasado, ya lo viví.
Lo que ya están viviendo las nuevas generaciones del PRI, lo que ya están haciendo con ellos y su partido y su bancada en el Congreso es lo que hicieron sus ancestros, sus tatarabuelos, sus bisabuelos, sus abuelos con la oposición de su tiempo, en realidad con el PAN, porque, por ejemplo, el Partido Comunista estaba proscrito.
Por eso, cuando me cuestionan amigos, lectores, si ya soy de Morena, porque me ocupo más de ellos, si ahora soy “gutierrista” porque, por ejemplo, comento seguido sobre Sergio Gutiérrez (a veces me han preguntado si soy “huertista” cuando he destacado el papel clave que juega Manuel Huerta manejando los programas sociales de Bienestar), les respondo que comento y reflejo el acontecer de mi tiempo, que no puedo ignorar la realidad, y la realidad ahora, me guste o no (en realidad no sé todavía si ya ser contundente y hablar de la triste realidad), es que Morena y sus actores dominan el escenario porque están en el poder. En política se participa para llegar y alcanzar el poder y ellos lo lograron, y tal como se ven las cosas, o como las veo, con las prácticas priistas que están repitiendo, incluso en forma corregida y aumentada, no tengo ninguna duda de que son la nueva versión del PRI, y en lugar de estarme lamentando reafirmo mi voluntad de continuar con mi línea crítica para tratar de suplir, desde mi más modesta posición, el equilibrio que lamentablemente no habrá en el Congreso. Seguramente poco podré hacer, pero haré todo lo que pueda para que no nos aplasten en forma impune con sus abusos, con sus arbitrariedades y con sus atropellos.
Este lunes y martes son días del informe del gobernador. Por supuesto que será un informe triunfalista, faltaba más, un informe que distará mucho de la cruda realidad del desempleo, de la crisis económica, de la falta de medicamentos para niños con cáncer, por ejemplo, y para otras enfermedades en los hospitales públicos, de la violencia, de la inseguridad, del asalto a diario, de día y de noche, de policías a la población con el pretexto de que cometen infracciones, de los feminicidios, de los desaparecidos, de las fosas clandestinas, de las ciudades con baches, con pésimos servicios públicos, de las extorsiones, de los levantones o secuestros y… para qué seguir.
En los días por venir analizaré la situación política en Veracruz ya en el nuevo escenario guinda. No tengo ninguna duda de que la batalla por la sucesión en el gobierno del estado y presidencial se dará adentro de Morena, no contra la oposición.
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