Los jóvenes comentaron que les había ganado el sueño pues habían pasado una noche de copas antes de ir a su función. Además, mencionaron que nadie del lugar les llamó para avisares que ya iban a cerrar. Fue hasta las dos de la mañana del siguiente día que los hermanos se percataron de que estaban solos en la sala. Al darse cuenta de su situación solicitaron la ayuda de la policía y llamaron a los números de emergencia.
Al llegar los oficiales intentaron comunicarse con los dueños del lugar para solicitar se abriera la propiedad. Sin embargo, tras no tener respuesta del cine, decidieron forzar las puertas para sacar a los jóvenes. Fue por esta razón que los hermanos fueron trasladados a la policía bajo los cargos de daño a la propiedad ajena.