De esta manera, tanto profesores, así como directivos, decidieron llamar a todos los alumnos para que hicieran su examen de forma presencial. La prueba fue aplicada en el patio de la escuela y para asistir todos utilizaron cubrebocas y se respetó la sana distancia.
Los maestros por su parte, vieron que sus pupilos estaban muy nerviosos, pero indicaron que esto se debía al tiempo que estuvieron encerrados; o talvez porque no sabían qué contestar. Quizás esto sea lo correcto, pues si los padres hacen los exámenes, ¿quiénes serán los que aprendan?