Brandon Rottinghaus, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Houston, ya había previsto los debates y negativas contra estos libros que, según sus declaraciones, piensa se darán en todas las áreas urbanas conservadoras de Texas.Es en Virginia donde el gobernador electo prometió a los padres ser tomados en cuenta para la elección de los libros que se leerán en las escuelas. Aunque ante esta promesa, algunas personas reclamaban que, aunque cada padre puede decidir las lecturas para sus hijos, no pueden decidir la de todos los niños.
Por su parte, la Asociación de Bibliotecarios de Texas ha lamentado la creciente censura de tantos libros. Además, varios maestros han clasificado como una “cacería de brujas” a la investigación parlamentaria tras una ley que precisa detalladamente cómo deben ser enseñados temas como las desigualdades raciales o sexuales. Algunos autores de los títulos que han sido censurados, clasifican estas acciones como distracciones mediáticas del daño real que causan diario los políticos.