Edgar Hernández* /
¡Con esos números adiós a Veracruz!
Bien dice el dicho: “En arca abierta, hasta el más justo peca”.
Bastó una ocurrencia, la presidencial, de construir una refinería como uno de los tres símbolos de la Cuarta Transformación, para abrir la llave de ríos de dinero que, entregado a manos poco confiables, se vuelve perdedizo.
Esta mañana nos desayunamos con la noticia de que la obsoleta refinería -desde el punto de vista ambiental- de “Dos Bocas” supera el presupuesto aprobado para este agonizante 2021, en 123 mil millones de pesos.
¿Para qué sirven 123 mil millones de pesos extras destinados a la refinería?
Pues seguramente para muchas cosas en las manos o bolsillos de los morenos y para los pobres y enfermos, pues definitivamente se traducirían en el alivio de muchos de sus pesares.
Para el gobierno federal, sin embargo, solo son números y más números en favor de un capricho multimillonario en épocas no solo de penurias y pandemia, sino de obsolescencia ante el cambio climático.
Se invierte en una refinería en momentos en que la lucha por la preservación del medio ambiente lo que menos quiere es la quema de productos fósiles.
Se invierte, en realidad, no en favor de los mexicanos sino para cumplir un viejo sueño de opio en donde la necedad va de la mano del negocio.
Y es que haciendo cuentas nos encontramos con que, de enero a septiembre de este año, el gobierno de López Obrador destinó 123 mil 187 millones de pesos más de lo planeado para la construcción de “Dos Bocas”.
Del presupuesto aprobado para este año de 45 mil millones de pesos, que ya es un montón de dinero, en nueve meses Rocío Nahle ya se gastó 169 mil 187 millones de pesos más del erario para este proyecto insignia.
Todo sin pasar por la autorización del Congreso de la Unión, al igual que las licitaciones que deberían estar sometidas a concurso.
Así, al menos, se precisa en el “Informe del tercer trimestre de Finanzas Públicas de la Secretaría de Hacienda”, el gasto está fuera de control.
Y si con esa derrama multimillonaria usted pensaba que quedaba resuelto el problema y que en nueve meses se abriría la refinería… pues más vale pensarlo dos veces ya que con un avance de apenas el 64%, es previsible no solo que siga disparándose el presupuesto, sino que la obra misma se posponga al menos dos años más.
La producción de petróleo para “Dos Bocas” se estima en 340 mil barriles diarios cuando esté funcionando.
Aquí, sin embargo, hay algo que no cuadra.
El pasado 24 de mayo López Obrador anunció que PEMEX adquirió la refinería “Deer Park” de Houston, Texas por un valor de 600 millones de dólares, equivalente a 12 mil millones de pesos y de acuerdo a Shell, ésta se encuentra entre las mas grandes de Estados Unidos con una capacidad de crudo de 340 mil barriles por día y sus plantas le permiten procesar crudo pesado y ligero sin generar combustóleo.
Son alrededor de 110 mil barriles por día (Mbpd) de gasolina, 90 Mbpd de diésel y 25 Mbpd de turbosina.
“Deer Park, es igual que la nueva refinería de Dos Bocas, que también va a tener capacidad para refinar 340 mil barriles diarios de combustibles”, explicó al momento de la compra López Obrador.
¿Entonces si Deer Park costó 12 mil millones de pesos -600 millones de dólares- por qué Dos Bocas, al término de la obra costará 13 mil 800 millones de dólares (8 mil 900 millones fue la estimación mínima)?
Así, entre 600 millones y casi 14 mil millones de dólares existe una tan abismal como sospechosa diferencia ¿No?
Todo ello, considerando que “Dos Bocas” se termine en la fecha prevista, ya que si se alarga el tiempo de entrega el presupuesto seguirá elevándose y en lo político, que no en lo económico y financiero para el bolsillo de la Nahle, seguirá siendo el peor enemigo de la zacatecana que muere por gobernar Veracruz.
Las estimaciones de las propias autoridades hacendarias es que técnicamente es imposible que se entregue “Dos Bocas” en 9 meses ya que aún le falta el 36% de los trabajos y equipamiento de la refinería y que ya no hay dinero bueno para echarle al malo.
A la par siguen fluyendo las sospechas de los negocios de esta dama con empresarios veracruzanos y tabasqueños, a los cuales se suma otra más grave luego que la justicia de Estados Unidos aportó mayores evidencias sobre una colosal operación de lavado de dinero que toca al dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, y cómplices en México, entre los cuales podría figurar Rocío Nahle.
Son 350 millones de dólares los que andan bailando alrededor de Nahle y un personaje ligado a ella, Joaquín Leal Jiménez, ya detenido en Estados Unidos.
Hoy el petróleo de “Dos Bocas” y la titular de Sener, Roció Nahle, huelen mal.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo
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