Y es que no sólo llegará a un Barcelona sin Messi, pues además tiene que confrontar a sus rivales con 12 jugadores lesionados, sin jugadores internacionales, sin pretemporada, con peligro de no pasar a la fase de grupos en Champions, crisis financiera y sin grandes estrellas en su alineación. Pero aun con todo eso, los culés creen que la sabiduría de Xavi Hernández cambiará el ánimo de sus jugadores, quienes desde que se fuera Messi se encuentra bajo los suelos.
El trabajo es difícil, pero, así como se hizo con Ronald Koeman, al campeón del mundo con España se le dará al beneficio de la duda. Quizás un poco de confianza es lo que necesita el Barcelona.