Desde las redes sociales personas indignadas denunciaron a este sujeto, por lo que la policía acudió de inmediato, encontrando a Ángel Ramos todavía con sangre en las manos. El sujeto fue detenido por la policía de Riverside y llevado a juicio. Al parecer el joven declaró que no sentía ningún remordimiento por lo que había hecho.
Finalmente, un juez lo condenó a dos años de prisión por el delito de causar heridas graves a un animal, provocándole dolor físico extremo, daños a largo plazo o riesgo de muerte. En su sentencia se anotó que el acusado «se deleitó despiadadamente al causarle heridas mortales a Canelo, no auxilió a Canelo en su sufrimiento y maldijo a Canelo mientras agonizaba».