Juan David Castilla / Las mujeres han padecido el mayor impacto negativo durante la pandemia del SARS-COV-2 (COVID-19), tanto a nivel nacional como internacional.
Esta situación es revelada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el Instituto Nacional de las Mujeres de México (INMUJERES), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres).
Dichas instancias analizaron los impactos de la pandemia por COVID-19 en la vida de las mujeres de la región y propusieron alternativas para reconstruir con estadísticas de género.
En ese sentido, sostuvieron que las mujeres siguen estando en la primera línea de respuesta durante esta crisis sanitaria: profesionales sanitarias, cuidadoras y voluntarias comunitarias, asumiendo mayores costos físicos y emocionales.
Además, este sector de la población continúa más afectado por el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, sobre todo en tiempos de crisis.
Las mujeres enfrentan mayores tasas de desempleo y están sobrerrepresentadas en el sector informal, así como en los sectores económicos más afectados por la crisis: comercio, turismo y trabajo doméstico remunerado.
También muestran que las mujeres están sobrerrepresentadas en la titularidad de pequeñas y medianas empresas, enfrentando mayores dificultades para el acceso al crédito, servicios financieros y el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación.
De manera reciente, fue inaugurado el XXII Encuentro Internacional de Estadísticas de Género: “Reconstruir con estadísticas de género: hacia el logro de la Agenda 2030”, cuyo objetivo es mejorar las condiciones sociales y económicas para las mujeres.
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