Primero dijeron que el Gas Bienestar iba a costar mucho más barato que el gas LP tradicional, ese que las distribuidoras de siempre reparten de casa en casa a los ciudadanos. Resultó que el Gas Bienestar sólo costaba 40 pesos menos que el gas tradicional, y para colmó los ciudadanos tenían que bajar con su tanque, y subirlo hasta las azoteas de su casa ya llenos. Pero para muchos, esos 40 pesos que se ahorraban por tanque de gas merecía la molestia. Sin embargo, el gobierno federal anunció que el tanque de gas de 20 kilos costará 490 pesos, y el de 30 kilos pasó de 600 a 730 pesos, lo que significa que ya está más caro que el gas tradicional.
Sobre este aumento la jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum se excusó diciendo: «Si… qué bueno que lo dices porque es importante porque inició con un precio, más o menos, de 400 pesos y hoy está en 490. ¿A qué se debe este incremento? Pues al incremento de los precios internacionales que Pemex va ajustando, no tiene nada que ver con que el gobierno aumentó el precio del gas, sino que es un ajuste semanal que se tiene que hacer porque una parte del gas, pues se produce aquí, otro es importando y está asociado a los precios internacionales».
Como quiera que sea, el gobierno prometió un gas más barato, que compitiera con las gaseras tradicionales, pero resulta que ya está más caro que el de las gaseras tradicionales.
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