Pues como represalia por su activismo, la Secretaría de Educación de Puebla cesó a la maestra Claudia Martínez. A la maestra le achacan cuatro faltas administrativas en 30 días, entre esas faltas anotan que ella habló mal del nuevo “gober precioso” Miguel Barbosa, esto en un grupo de WhatsApp. ¿Dónde quedó la libertad de expresión? Por supuesto el caso no va a quedar ahí, pues la maestra ya presentó denuncias a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, la Subsecretaría de Derechos Humanos, Población y Migración, la Cámara de Diputados y el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodista.
Vale mencionar que el gobernador de Morena ha guardado silencio, haciéndose cómplice de estas arbitrariedades que no debería tolerar, a menos que de su oficina haya salido la orden de cesar a la maestra incómoda; de ponerle sus “cocorrones” como diría otro “gober precioso”.