Armando Ortiz / Pensamos que Veracruz no podría tener un gobernador peor que Fidel Herrera, y tuvimos a Javier Duarte. Pensamos que Veracruz no podría tener un gobernador peor que Javier Duarte, y tenemos a Cuitláhuac García. En Cuitláhuac García se resume todo lo que un gobernante no debía de ser. Su estulticia lo empapa cada vez que abre la boca y pronuncia lo que su cerebro ni siquiera ha reflexionado. De eso muchos se han dado cuenta, tanto que ya lo nominaron como el tipo más estúpido de América Latina; Lilly Téllez dice tener una opinión muy negativa de él, y ahora Ignacio Morales Lechuga, exprocurador de la República asegura que, a Veracruz, “Cuitláhuac lo dejará en una quiebra peor que la de Duarte”. En serio, ¿peor que la de Duarte? Sin embargo, para Morales Lechuga, quien seguramente, a sus 74 años todavía aspira a ser gobernador de Veracruz, no todo está perdido, y así lo dice: “Yo creo que con unidad y trabajo y bajo un proyecto realmente definido en tres o cuatro años estaría recuperándose Veracruz porque hay mucha fuerza laboral y humana”. El problema es que esta Cuarta Transformación no piensa ya en el beneficio para los ciudadanos, antes bien su interés está en perpetuarse en el poder; López Obrador quizá no quiera reelegirse, pero Morena sí.
López Obrador, nadie hace caso a sus cartas, lo toman a loco, pero ya prepara una para la OMS, a la que acusa de desidia e ineficacia
Como el apóstol Pablo, el presidente de México ha estado mandando epístolas a varios países del mundo que considera sus congregaciones. Ya pidió mediante carta que le devuelvan el penacho de Moctezuma; ya pidió mediante carta que el gobierno español se disculpe por las atrocidades cometidas en territorio mexica; ya pidió a Joe Biden, presidente de los Estados Unidos que dejara de apoyar a organizaciones que buscan dar un golpe de estado a su gobierno. ¿Qué respuesta han dado los destinatarios de estas misivas? Todos lo han tirado a loco. López Obrador no se ha dado cuenta que su palabra epistolar no tiene ningún valor, y a pesar de eso insiste en seguir mandando cartas. En esta ocasión está preparando una misiva dirigida a la Organización Mundial de Salud, pues considera que por desidia no han aprobado las vacunas Sputnik y Cansino. Sobre la aprobación de las vacunas por la OMS el presidente de México dijo: “Ya llevan mucho tiempo con esto (…), yo digo que es más desidia”. Pero no sólo eso, el presidente se atrevió a criticar la eficacia de la OMS. Es por ello que el presidente pidió al secretario de Salud, Jorge Alcocer, y al subsecretario Hugo López-Gatell, que preparen una carta para mandarla a las autoridades de la OMS. ¿Esta vez le harán caso al presidente de México, u otra vez lo van a tomar a loco?
Inés Gómez Mont, no importó que se sintiera inocente. Ya la buscan a ella y a su esposo en más 190 países
Inés Gómez Mont se dice la agraviada, la inocente, la perseguida de manera injusta. Esta mujer que supo aprovechar los millones de pesos que su marido le daba diariamente para el gasto, quiso que los mexicanos sintieran lástima por ella; quiso hacernos creer que los lujos de los que se rodeó, los regalos que recibió y que dio, eran comprados con dinero lícito. Sin embargo, a la FGR, que tiene bien investigados los movimientos financieros de su esposo, eso no le importó y ya consiguió que la Interpol emitiera una ficha roja de búsqueda. En más de 190 países, que conforman esta policía internacional, están buscando a Inés Gómez Monto y a Víctor Manuel Álvarez Puga, quienes hicieron grandes negocios con el sistema penitenciario federal, desviando dinero a empresas fantasma, lavando más de 3 mil millones de pesos a sus amigos y cómplices. Por cierto, en México ya aprehendieron a algunos de los cómplices de Víctor Manuel Álvarez Puga y de Inés Gómez Mont, y ya sabe usted que cualquier delincuente se puede adherir al criterio de oportunidad y convertirse en un soplón, es decir, en un testigo VIP de la FGR, obteniendo los mismos beneficios que le dan a Lozoya. Cualquiera de los detenidos, con tal de salvar la cabeza, echarán tierra sobre la tumba de Gómez Mont y Álvarez Puga.
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