Ocho meses después de esta liberación, cansado de tanta especulación sobre el operativo de octubre de 2019, el mismo López Obrador se atrevió a decir: «Yo ordené que se detuviera ese operativo y que se dejara en libertad a este presunto delincuente». Nuevamente el presidente López Obrador cae en contradicciones. Guillermo Padrés, exgobernador de Sonora, desde el 16 de noviembre de 2016, llevaba un proceso por los delitos de lavado de dinero y defraudación fiscal.
El presidente aprovechó el momento para seguir con su cantaleta: «Sigue habiendo corrupción, no en el Ejecutivo, arriba en lo que a mí corresponde pueden decir lo que quieran, pero ya no hay la corrupción que imperaba durante el periodo neoliberal». Por supuesto, los hechos muestran otra cosa.